Conducir en invierno resulta menos seguro que en otra estación del año, ya que la nieve, las heladas y el agua vuelven menos adherente al suelo y aumenta el riesgo de accidentes. Gracias a la forma específica del neumático de invierno, destinada a evacuar el agua que pasa por debajo del mismo, se reduce considerablemente el riesgo de “aquaplaning”. Además, el neumático de invierno presenta una mayor adherencia y una excelente motricidad, gracias a la profundidad del dibujo, mayor que la de un neumático de verano. El dibujo del neumático de invierno permite adherirse aún en superficies difíciles y otorga una mejor frenada.
PREVENCIÓN. Los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y el suelo y responden a los distintos movimientos de la conducción como la dirección, la aceleración y la frenada del vehículo. Por eso es importante mantener la calidad y las prestaciones de los mismos. Esto garantiza la seguridad y la movilidad.
TIPS Y RECOMENDACIONES
Comprobar el desgaste y profundidad de los neumáticos. Los canales de la escultura sacan el agua que queda debajo del neumático, ayudando a mantener el control. Cuanto mayor sea la profundidad de la escultura más agua evacuará y, por lo tanto, se reducirá el riesgo de aquaplaning. Una presión de inflado correcta, al igual que el mantenimiento regular del vehículo, garantizará que los neumáticos tengan el mejor comportamiento durante su vida útil.
Chequear la presión del neumático. La presión recomendada del neumático se encuentra en el manual de usuario del vehículo, en el lateral de la puerta junto al asiento del conductor y en el interior de la tapa del depósito de combustible. La presión correcta reduce el riesgo de perder el control del vehículo. También protege a los neumáticos de un desgaste prematuro y de daños irreversibles en la construcción interna. La presión de los neumáticos puede disminuir por pequeñas perforaciones, por el escape natural de aire por los componentes del neumático o incluso por una bajada en la temperatura ambiente. La baja presión aumenta el riesgo de dañar los neumáticos. Un exceso del 20% de presión reduce de una forma importante la vida del neumático.
Balanceo de los neumáticos. El balanceo ayuda a prevenir un desgaste prematuro de los neumáticos y elimina las vibraciones. También protege la suspensión, la dirección y la transmisión del vehículo. Siempre que se cambien o desmonten los neumáticos deben ser balanceados.
Alineación de las cubiertas. Una correcta alineación de dirección y una suspensión en buen estado influye positivamente en el comportamiento del vehículo y en la seguridad. Ésta puede verse afectada si el neumático sufre un impacto con un objeto sólido. Es importante que la alineación sea correcta para conseguir la mejor conducción, proteger los neumáticos de un desgaste irregular y/o rápido y ahorrar combustible.
Neumáticos traseros. Los neumáticos traseros no están conectados al volante, lo que dificulta el control de su adherencia. Para lograr una eficiencia óptima, es necesario comprobar regularmente la presión y estado de los neumáticos, especialmente durante la rotación de los mismos ya que muchos vehículos especifican presiones diferentes para el eje delantero y el trasero. Por seguridad, los neumáticos nuevos o menos gastados deben ir siempre en el eje trasero para garantizar: mayor control en frenadas de emergencia o curvas cerradas, menos riesgo de perder control del vehículo, especialmente en superficies mojadas, mejorar la conducción, especialmente en situaciones difíciles, independientemente de que el vehículo sea de tracción delantera o trasera.
Chequear las válvulas. Las válvulas y sus componentes suelen ser de goma, por lo que se terminan deteriorando. Cambiar las válvulas al comprar neumáticos nuevos es una forma económica de proteger los neumáticos y el vehículo. A altas velocidades, una válvula de goma se dobla por la fuerza centrífuga y acaba deteriorándose. El tapón de la válvula también es importante. Es el que mantiene la estanqueidad y protege del polvo y la suciedad. Comprobar regularmente el buen estado de las válvulas y los tapones para mantener la estanqueidad y presión correcta del neumático y garantizar una vida más larga del neumático.
Manipulación y almacenamiento. Por seguridad, es extremadamente importante mantener los neumáticos almacenados alejados de llamas, cualquier objeto incandescente o sustancia capaz de producir chispas y/o descargas eléctricas (p. ej., generadores de batería). Cuando se manipulan neumáticos es recomendable utilizar guantes de protección. Los neumáticos deben almacenarse en una zona ventilada, seca y templada, alejados de la luz directa del sol y de la lluvia; lejos de productos químicos, disolventes o hidrocarburos que puedan alterar la naturaleza de la goma y lejos de cualquier objeto que pueda penetrar en la goma (metales puntiagudos, madera, etc.)
CUÁNDO REEMPLAZAR UN NEUMÁTICO. Es necesario comprobar regularmente la profundidad del dibujo de los neumáticos y cambiarlos cuando el diseño de la banda se encuentre gastada. De esta manera, el agarre y la tracción estarán garantizados evitando desagradables sorpresas. Es importante recordar que los neumáticos deben ser cambiados antes de que la profundidad de la escultura llegue al límite legal de 1.6mm. Los neumáticos Michelin llevan indicadores de desgaste que se encuentran situados en el fondo de los canales principales de la banda de rodadura.
La duración de un neumático varía tanto que es imposible predecir exactamente su vida útil. Un neumático está formado por varios tipos de compuestos de lonas y gomas que influyen en su comportamiento. Su evolución depende de muchos elementos como el tiempo, las condiciones de almacenamiento y de uso, entre otros muchos factores a los que se somete el neumático en su vida. Por eso recomendamos a los conductores que revisen el aspecto de sus neumáticos, que estén pendientes de la pérdida de presión o de cualquier fenómeno anómalo (vibración, ruido, tracción), que podrían indicar que los neumáticos deben sustituirse.
MICHELIN RECOMIENDA
-Acudir a un especialista para revisar los neumáticos del vehículo si tienen más de cinco años, al menos una vez al año.
-Seguir las recomendaciones de sustitución de los neumáticos del fabricante del vehículo.
-Cambiar los neumáticos de más de diez años desde la fecha de fabricación, aunque parezcan estar en buen estado y no hayan alcanzado el límite legal de desgaste.
NEUMÁTICOS ADECUADOS
MICHELIN Alpin 3. Es ideal para vehículos pequeños, compactos, familiares y monovolúmenes. Reduce la distancia de frenado y dura un invierno más en promedio en relación a sus principales competidores.
MICHELIN Latitude Alpin. Es recomendado para vehículos 4×4 polivalentes y compactos. Aporta seguridad con un kilometraje excepcional y reduce la distancia de frenado ya que en caso de frenar en suelo mojado a una velocidad de80 km/h, MICHELIN Latitude Alpin reduce esta distancia en cuatro metros promedio con relación a sus principales competidores.
MICHELIN Latitude Alpin HP. Es aconsejable para vehículos 4×4 de altas prestaciones y recomendado por los fabricantes más exigentes. MICHELIN Latitude ALpin HP es el neumático homologado por BMW X3, el Volkswagen Touareg, el Porsche Cayenne y Mercedes Benz Clase M y Clase R.
MICHELIN Agilis Alpin. Fue creado para profesionales, ideal para condiciones invernales ya que es más seguro, económico y robusto. Ofrece mayor movilidad y mayor kilometraje.