El Chevrolet Onix, con el restyling 2016, fue sometido a un test drive de CuyoMotor en la ciudad de Buenos Aires, en el que nos propusimos enfocarnos en los argumentos centrales con los que da pelea en el competitivo y súper poblado segmento B, o de los compactos.
La versión que probamos fue la nivel de equipamiento LTZ, con caja automática secuencial de 6 velocidades, exclusiva de esta variante. De ella, a priori se puede hacer una evaluación dual: es al mismo tiempo un punto a favor por estar incorporada en un auto de este segmento con dimensiones compactas, ideales para ciudades congestionadas, pero al mismo tiempo podría decirse que es uno de sus principales puntos débiles, por respuestas que dejan sensación a poco.
De lo que no cabe duda es que el secreto para ser un éxito de ventas, tanto en Brasil como, en Argentina radica en el aspecto moderno y juvenil que lo acompaña desde su nacimiento, hace apenas 4 años. Con el restyling que recibió en 2016 este aspecto se acentuó aún más y sumó detalles de equipamiento en el interior apuntados expresamente a convencer a una amplia franja de mercado dentro del público objetivo al que está dirigido.
Hoy es un hatch de diseño atractivo con buen espacio interior y un comportamiento ágil, con una oferta variada que sumó versiones bien accesibles denominadas “Joy” más dos complementarias en el tope de la gama, una con estética deportiva “Effect” y otra outdoor o “aventurera”, identificada al igual que otros modelos de la marca, con el nombre “Activ”.
El mes pasado fue protagonista de noticias por un lado buenas (por la próxima incorporación del sistema de asistencia “On Star” exclusivo de Chevrolet) como malas, por haber obtenido una baja calificación en seguridad en las últimas pruebas de LatinNcap.
¿QUIEN ES?
Chevrolet Onix LTZ – AT 2016
¿QUÉ ES?
Es un hatchback del populoso segmento B, que se ubica en uno de los escalones más económicos de la gama de Chevrolet en Argentina, tras haberse dejado de comercializar el histórico Classic (Corsa Classic) y el Agile. El último restyling incorporado en 2016 concentró la estrategia de posicionamiento en un público juvenil que valora por sobre todo la apariencia fresca y las posibilidades de conectividad con smartphones, junto a un precio relativamente accesible.
CONFORT INTERIOR
El habitáculo del Onix genera una buena primera impresión, no tanto por la calidad percibida al tacto de los materiales, sino fundamentalmente por el aspecto moderno de la consola de instrumentos, el tablero de instrumentos digital y la pantalla de 7” del sistema multimedia “Mylink” de nueva generación.
El slogan de Chevrolet para posicionar este restyling fue “Somos Conectados”. Si bien la conjunción gramatical sonaba incorrecta, apuntaba a remarcar las posibilidades de conectividad del nuevo sistema, gracias a la compatibilidad con Android Auto y Apple Car Play. Así, a través de aplicaciones que se bajan en el smartphone el usuario puede replicar las principales funciones en la pantalla situada en el centro de la consola e incluso varias de esas funciones pueden ser activadas por comando de voz.
El manual dice que las posibilidades son amplias; por ejemplo: se pueden dictar y escuchar mensajes de texto y whatsapp a través del sistema de audio, obtener indicaciones con las condiciones de tráfico actualizadas, buscar puntos de interés e incluso acceder a aplicaciones como Spotify.
En el test drive pudimos comprobar que la conexión se logra fácilmente aunque no nos fue posible comprobar estas funciones en nuestra unidad, pero lo atribuimos más a un defecto del celular con el que contábamos que a otra cosa.
Si bien la versión LTZ AT cuenta con casi todos los detalles de equipamiento de confort y seguridad, Chevrolet decidió reservar únicamente para la versión del Onix Activ la cámara para asistencia al estacionamiento. Es un ítem que pocos competidores de este segmento lo incluyen (y sólo en las versiones más equipadas) pero su ausencia en este caso es un punto en contra para este nivel LTZ. Lo que sí tiene son sensores de estacionamiento trasero, a diferencia de las versiones menos equipadas LT y LS.
A esta altura también se puede señalar como negativo, especialmente en las versiones superiores, el faltante de navegador satelital que podría aprovechar la buena definición y velocidad de procesamiento de la pantalla táctil.
El control de velocidad crucero y los levantavidrios eléctricos delanteros y traseros con sistema “one touch” son ítems que también están presentes en esta versión LTZ, lo que muestra que de a poco se han ido asimilando casi como un standard en la oferta de este segmento, al menos en las versiones de mayor precio.
MOTOR Y CAJA
El motor es el mismo que ha equipado siempre a los modelos de Chevrolet en este segmento: un block de cuatro cilindros, naftero de 1.4 litros de cilindrada con 8 válvulas; que recibió mejoras y pequeñas modificaciones en el conjunto de bielas, pistones y en la tapa del motor. Internamente se lo identifica con la sigla SPE4 (Smart Performance Economy). Entrega 98 CV de potencia, que son suficientes para un uso cotidiano dentro de parámetros normales, con 126 Nm de torque a 2800 rpm.
El mayor atributo en el aspecto mecánico se concentra en la nueva transmisión automática secuencial de 6 velocidades. Es de nueva generación y de comportamiento aceptable, pero sobre todos es una verdadera ventaja para un vehículo pensado más que nada para el uso en tránsito pesado de las ciudades congestionadas.
Sin embargo y tal como señalábamos más arriba, al someterla a un grado más de exigencia en aceleraciones o recuperaciones a velocidad crucero, muestra más de un punto débil: los cambios tienen un cierto retardo en todas las escalas y sobre todo se la nota un tanto corta de relaciones en la primera y segunda marcha.
Un botón ubicado sobre el costado izquierdo de la palanca selectora permite subir y bajar los cambios en el modo manual, pero definitivamente es algo a lo que nunca me adaptaré y dudo mucho que algún conductor le haya sacado un buen provecho. A mi juicio es una opción que debería dejarse archivada.
El trabajo en las suspensiones y los frenos que también recibió con este restyling ayudó a compensar esas falencias y logra brindar un andar confortable, especialmente en pavimentos irregulares o con asperezas.
El consumo de combustible es bueno, con un promedio de entre 9 y 10 litros cada 100 km en uso mixto, y alrededor de 8 litros para recorrer esa distancia en ruta, a una velocidad constante de no más de 120 km/h. Según asegura el constructor, estos valores son hasta 7% menores respecto a la versión anterior.
Los Onix LTZ y Effect utilizan llantas de aleación de 15” medida 185/65 (el Activ se diferencia con medidas 195/65), con nuevo diseño de fondo oscuro y superficie ‘mecanizada’.
SEGURIDAD
En el plano de la protección tanto activa como pasiva, el listado de ítems de equipamiento es relativamente correcto para las versiones LTZ, Activ y Effect; a pesar de la ausencia de control de estabilidad y tracción o ESP, que recién el año que viene comenzará a ser obligatorio en el Mercosur.
Ese listado incluye lo normal: doble airbag, frenos con ABS y distribución electrónica de frenado, aviso de colocación de cinturón de seguridad para conductor, apoyacabezas delanteros y traseros regulables en altura, cierre automático de puertas en velocidad, cinturones delanteros de 3 puntos con regulación en altura y traseros de 3 puntos y central abdominal; luces antiniebla delanteras y sistema de alarma antirrobo e inmovilizador de motor.
Sin embargo la seguridad se ve penalizada en las versiones ‘entry level´ Joy LS y Joy LS+, al no tener apoyacabezas traseros regulables en altura, ni cierre automático de puertas en velocidad ni luces antiniebla delanteras.
En los últimos resultados de las pruebas de choque de LatinNCAP (organismo de evaluación de seguridad de los automóviles vendidos en la región de Latinoamérica) el Onix obtuvo cero estrellas en protección de adultos y niños. La nota fue en parte a raíz de los nuevos parámetros de evaluación que aplica el organismo, mucho más exigentes que los que venía utilizando.
Según Latin NCAP “El Onix mostró un desempeño pobre ya que el ensayo de impacto lateral evidenció una compresión alta en el pecho del pasajero adulto, así como una alta penetración en la estructura. El Onix no contaba con dispositivos de absorción de energía para impacto lateral, sólo barras en las puertas”.
CONCLUSIÓN
El Onix es el modelo de la marca Chevrolet más vendido en el mercado argentino de hoy. Según datos de la Asociación de Concesionarios de Argentina (ACARA) en lo que va del año, hasta abril pasado, se patentaron 9.680 unidades en el país, lo que lo ubica cuarto en el ranking de los más vendidos, después del Volkswagen Gol, Renault Sandero y Ford Ka.
Puede decirse que en esta franja de mercado los factores de decisión de compra son prácticamente los mismos para cualquiera de esos modelos. Tienen que ver con algo tan subjetivo como el gusto personal. Así, los argumentos de venta principales del Onix giran en torno al aspecto exterior juvenil y moderno, un interior ergonómico y fundamentalmente las posibilidades de conectividad con smartphones.
Es un auto versátil y de comportamiento más que ágil en el tránsito urbano y de media distancia. Sus dimensiones compactas y suspensiones especialmente calibradas para las calles y rutas típicas de nuestra región le permiten con amplitud formar parte del grupo de los más populares.
La calidad percibida en general es más que aceptable, aunque quedará por comprobar en los años por venir las condiciones de durabilidad de los materiales. También deberá introducir mejoras en el plano de la seguridad, más allá de la incorporación de ESP que a partir del año que viene será obligatoria.
El precio de venta hacia mayo 2017 de esta versión Onix LTZ AT es 295.000 pesos, al igual que el Activ; mientras que la gama arranca desde $ 216.000 con el Joy S (datos de ACARA). La garantía es buena, de 3 años de duración, sin condiciones de kilometraje.
En Mendoza
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Test Drive: Carlos Sueldo
Especial para Cuyomotor
@charlysuelto