El piloto y empresario Pablo Pérez Companc junto a su poderoso Pagani Zonda Revolution, también llamado por él «Black Minion«, finalizaron su recorrido por las pistas más emblemáticas de Argentina. La despedida fue en el circuito de Santiago del Estero.
“Black Minion” pisó suelo argentino hace aproximadamente dos meses, principalmente para demostrar su imponente apariencia en la parte dedicada a su creador, el diseñador argentino Horacio Pagani, en la 8ª edición del Salón Internacional de Buenos Aires.
Una vez terminada su participación en el Salón, era hora para que las pistas argentinas sintieran el poder de esta maravilla de la ingeniería automotriz. Vale recordar que este deportivo no está homologado para la libre circulación en calles. Su primera escala fue en el Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juán Galvez y a pesar de la lluvia la bestia no tuvo dramas en surcar a toda velocidad la mojada pista.
Luego llegaron “El Zonda” de San Juan, El «Oscar Cabalén» de Córdoba y finalmente «Termas de Río Hondo» en Santiago del Estero. Esta última prueba no terminó como se esperaba, ya que el Pagani Zonda R tuvo un inconveniente en una de sus ruedas traseras, lo que obligó a adelantar la salida del circuito santiagueño.
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Una vez terminada toda la tertulia de velocidad, el Black Minion fue puesto a resguardo para comenzar su regreso a Miami, lugar donde residen él y su conductor Pérez Companc. De acuerdo a los comentarios de su dueño, el Zonda deja el suelo argentino habiendo alcanzado un nuevo récord.
Costoso y poderoso
Para aquellos que no lo sepan, se fabricaron solamente cinco unidades del Zonda Revolution. Según se sabe cada una de estas máquinas se vendió a un precio de 2,3 millones de euros.
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Además, la creación de Pagani Automobili, tiene un motor AMG V12 6.0, el que es capaz de generar 800 CV y un torque máximo de 730 Nm. Gracias a su peso de tan solo 1.070 kilogramos, puede acelerar de 0 a 100 en 2,6 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 350 km/h gracias a un control electrónico, que si se eliminara podría volar hasta los 402 km/h.
Fotografías y video gentileza Autódromo Termas de Río Hondo