Hace poco más de un año probamos el nuevo Ka, el modelo más pequeño de Ford que la marca norteamericana volvió a comercializar en Argentina desde comienzos de 2016. La mayor novedad en esta, su tercera generación, es que dejaba su histórica carrocería de tres puertas, y se transformaba por primera vez en un hatchback de 5 puertas. (Ver nota)
Y más allá del marcado crecimiento en dimensiones que naturalmente tuvo, y que lo llevó uno o dos escalones por encima del segmento A en el que se había ubicado durante sus más de 20 años de existencia, la novedad también fue que esta nueva generación tendría además una variante sedán, de 4 puertas.
Este se presentaría tiempo después, en febrero de este año, con los mismos tres niveles de equipamiento que el hatch (S, SE y SEL), y un precio apenas superior.
Probamos ahora entonces la versión tricuerpo de este «ex» citycar de Ford, que pasó así a complementar la oferta del Fiesta KD 4 puertas, con un posicionamiento inferior en cuanto a precio, pero con características notables de comportamiento que lo ponen casi en igualdad de condiciones.
El Ka+ es definitivamente un sedán del segmento B o ‘chico’ que sólo para efectos de marketing podría caratularse como dentro de un subsegmento ‘AB’. Ademas de un baúl de dimensiones generosas, el Ka+ sorprende con un gran espacio interior y fundamentalmente con un comportamiento que no tiene nada que envidiarle al de cualquier sedan de mayor tamaño.
Lo más destacado, a priori, es una regulación muy precisa de las suspensiones. Parecen haber sido pensadas especialmente para los caminos y rutas del Mercosur. En segundo término, se debe resaltar el comportamiento ágil y eficiente del motor.
Ya con esa combinación de factores a su favor, se puede decir que obtiene fácilmente una calificación positiva. Más que nada si se tiene en cuenta el valor de venta, que le brinda una de las mejores relaciones precio/producto. Es decir, un verdadero familiar, accesible y económico.
¿QUIÉN ES?
Ford KA+ SEL
¿QUÉ ES?
Es el nuevo exponente de Ford que debuta en el segmento de sedanes chicos o de entrada a gama. Es un nicho en el que hasta ahora Ford sólo tenía presencia con el (más caro) Fiesta Max.
Si el hatchbak es casi 30 centímetros más largo con respecto a la generación anterior, este tricuerpo que tiene 36 cm. más que el bicuerpo, directamente parece ser otro auto, más bien emparentado con el Fiesta que con el Ka que se conocía antes. También llega importado de Brasil y se comercializa en tres versiones (S, SE y SEL).
¿DÓNDE LO PROBAMOS?
Lo manejamos mayormente en el congestionado tráfico urbano de la Ciudad de Buenos Aires, en donde ya descontábamos que se movería con solvencia, y no sólo no defraudó, sino que también mostró condiciones únicas.
Pero además, hicimos algunas escapadas de fin de semana a distintos lugares del Gran Buenos Aires, y fue allí en donde más se lució «a lo grande», ya que fue capaz de hacernos sentir que viajábamos en un sedán familiar de mayor categoría.
¿QUÉ DISTINGUE SU DISEÑO?
Es casi una obviedad en este punto señalar que lo más destacado del Ka+ es la presencia del tercer volumen, o baúl independiente. Pero sí es importante notar que, contrariamente a lo que suele suceder cuando a un hatchback se le agregan versiones de cuatro puertas, el Ka+ no da la sensación de tener ‘pegado’ un baúl. El diseño de esta carrocería sedán ha logrado una figura armónica y bien proporcionada.
También lleva el gen del llamado ‘Kinetic Design’ de Ford, lo que se denota en los faros delanteros con proyección hacia los laterales; la parrilla hexagonal, en este caso, por encima del paragolpes; y en general los laterales musculosos que terminan en un remate trasero muy agradable.
La versión SEL calza llantas de aleación de aluminio de 15″, con neumáticos de 195/55; mientras que las versiones S y SE, en cambio, llevan llantas de chapa con medidas de 175/65 R14.
Un punto a destacar, que tiene que ver tanto con el diseño como con la funcionalidad, es que la tapa del baúl se sostiene en base a un ingenioso mecanismo que usa resortes neumáticos, lo que permite una muy buena apertura, y por ende, aprovechar al máximo la capacidad de carga del baúl (ver más abajo).
El punto en contra, ya que hablamos de funcionalidad, es que esta tapa sólo se acciona con el control remoto, no habiendo otra opción de abrirlo desde algún comando interior.
MOTOR Y TRANSMISIÓN
El impulsor es el mismo de la gama hatch: el Sigma de 4 cilindros, 1499 cc de cilindrada, naftero, con105 caballos de potencia máxima y torque de 138 Nm a 4500 rpm. Tiene inyección electrónica, doble árbol de levas con distribución variable independiente y sincronizada (TIVCT) con 16 válvular.
La caja de cambios es manual de 5 marchas, con una excelente configuración de las relaciones que aportan una respuesta igual de ágil en las dos siluetas de carrocerías.
Sin embargo, en el sedán notamos un escalonamiento más largo, aunque quizás fuera más que nada una sensación devenida de las características de la carrocería, con un comportamiento dinámico un tanto más aplomado.
El conjunto caja-motor, en resumen, le proporciona un comportamiento realmente bueno; con gran agilidad y versatilidad en situaciones de tránsito urbano y buena capacidad para las recuperaciones en la ruta, aunque sólo puede llegar a mostrar alguna fatiga si se lo intenta llevar a velocidades por encima de los 130 km/h.
El consumo es muy bueno, con un promedio de 10 litros cada 100 Km. en uso mixto y bajando a poco menos de 6,5 litros en tramos de ruta, para recorrer esa misma distancia.
¿SEGURIDAD?
Claramente, lo que más se puede destacar en este punto es la incorporación en esta versión SEL del valioso control de estabilidad y tracción o ESP.
A eso se le suma el Hill Hold y Hill Launch Assist (HLA) o asistente de arranque en pendiente; más los sistemas de distribución electrónica de frenado (EBD) y Asistente al frenado de Emergencia (EBA) estos últimos, presentes en las tres versiones.
Se trata de un diferencial enorme respecto a la oferta media del segmento en el que compite. Los faros anti-niebla delanteros también son exclusivos del SEL.
El resto del equipamiento viene de serie en todas las versiones, como los lógicos frenos con ABS y doble airbag para conductor y acompañante. Además, trae anclajes ISOFIX, inmovilizador de motor, alarma de uso de cinturón de seguridad (sólo conductor) y sistema antirrobo.
Párrafo aparte para la dirección, que no por casualidad anotamos dentro del subtítulo de Seguridad. Y es que el grado de precisión y confiabilidad que tiene la asistencia eléctrica (EPAS) proporciona una sensación de manejo de mucha seguridad en casi todas las condiciones.
¿TECNOLOGÍA Y CONFORT?
La versión SEL que probamos (y la SE) ofrecen el sistema Sync (aunque de primera generación) que permite sincronizar funciones del teléfono con el sistema de audio. La interfaz se da a través de una pantalla monocromática de 3.5 pulgadas. Cuenta con reproductor de MP3, CD, USB, Bluetooth, entrada auxiliar y 4 parlantes.
El tablero es de diseño simple y formato tradicional, con tres relojes analógicos para el tacómetro, velocímetro y nivel de combustible. Tiene además una pequeña pantalla con datos de la computadora de abordo (sólo en el SEL), que brinda información básica de distancia recorrida, tiempo de viaje y consumo.
Además de tener comandos por voz para el sistema multimedia (algo que lo distingue dentro del segmento) cuenta con un switch para control del audio y teléfono sobre el lado izquierdo del volante.
Otro de los puntos fuertes dentro del habitáculo es la gran cantidad de portaobjetos (algo que comparte con el hatch). El listado de equipamiento se completa con aire acondicionado, levanta vidrios eléctricos en las 4 puertas con función one touch en las plazas delanteras; toma corrientes de 12V y cierre centralizado con comando a distancia.
La posición de manejo es lo suficientemente buena, aunque el volante sólo se regula en altura (no en profundidad). El asiento de conductor también es regulable en altura y tiene un largo de butaca y una sujeción que se pueden calificar como «correctas».
En general, la habitabilidad es muy buena. En las plazas traseras tiene capacidad para tres pasajeros, con sus respectivos apoyacabezas y cinturones de seguridad de tres puntos.
El espacio allí está muy bien aprovechado y logra ofrecer buen espacio para las piernas tanto como por encima de la cabeza. No tanto así en cuanto al espacio a lo ancho: dos adultos y un menor podrían viajar con espacio justo; pero ya tres adultos deberán apretarse por demás.
El asiento trasero es 100% rebatible en dos partes (60/40), lo que permite ganar aún más espacio de carga.
¿DIMENSIONES Y CAPACIDADES?
Largo: 4.254 milímetros
Ancho (con espejos): 1.911 mm.
Alto: 1.525 mm.
Distancia entre ejes: 2.491 mm.
¿VERSIONES Y PRECIOS?
Los precios informados por Ford al mes de agosto 2017 son:
Ford Ka+ S: $ 252.000.-
Ford KA+ SE – $ 277.000.-
Ford KA+ SEL – $ 303.000.-
¿COMPETIDORES?
Dentro de la oferta de Ford, el Ka+ se ubica por debajo del Fiesta KD de 4 puertas; y entre sus competidores de otras marcas se pueden identificar a las versiones de entrada a gama de casi todos los tricuerpos del populoso Segmento B: VW Voyage, Chevrolet Prisma, Toyota Etios sedán, Renault Logan, o Fiat Siena EL.
Test Drive: Carlos Sueldo
@charlysuelto
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