A comienzos de los noventa, aprovechando su vínculo de motorista con la empresa Williams de Fórmula 1, Renault desarrolló una versión especial del Clio, por entonces su modelo estrella dentro del segmento de los compactos. El objetivo de Renault fue homologar, con esta variante, un Clio para para rally, que según reglamentos, exigía una producción mayor a 2.500 ejemplares.
Pero el éxito de este deportivo nacido en 1993 en Francia fue mucho más allá, teniendo que producir en total 12.100 unidades en tres series diferentes. Su aceptación fue impensada, aunque claramente estuvo ligada al éxito de Williams, por entonces la referencia en la máxima categoría del mundo.
A pesar de su nombre, la firma inglesa no aportó nada en el desarrollo de este Clio. Fue Renault la marca encargada de llevar adelante su puesta en escena. Tomando la base del Clio más deportivo por entonces, con motor 1.8 16 válvulas, el mismo bloque F7R pasó a ser de dos litros. Pero no solo eso, sino que se alteró gran parte de las piezas internas del motor, para otorgarle una impronta mucho más deportiva.
Renault Clio Williams: el deportivo de los noventa
En cuanto a las suspensiones, Renault puso manos a la obra en el tren delantero, al hacerlo 34 milímetros más ancho, y utilizando piezas del Renault 19. La suspensión trasera se mantuvo sin cambios, pero en ambos ejes se alteró la dureza.
Estéticamente se destacaba por un color exterior azul específico (Sports Blue), con vistosas llantas doradas de quince pulgadas, al tono con los logos de Williams, ubicados en ambos guardabarros traseros y en la tapa de baúl. A su vez, el kit de carrocería constaba de una toma de aire en el capó, spoiler delantero y trasero.
Los guardabarros delanteros ensanchados estaban fabricados en material plástico, algo que conllevaba a contar con un menor peso en orden de marcha. Tanto por espacio, como peso, el Williams tampoco tenía aire acondicionado.
Por entonces el motor del Williams rendía 150 caballos de fuerza, lo que si bien a cifras de hoy no lo hacen muy sorprendente, hace casi tres décadas, para un auto de su tamaño, era más que considerable. Pero a su vez, su manejo deportivo, y la ausencia de dispositivos electrónicos como frenos con ABS, lo convertían en un pura sangre.
¿Cuánto andaba el Clio Williams?
La aceleración de cero a cien kilómetros por hora estaba en el orden de los 8 segundos, mientras que la velocidad máxima era de 215 km/h.
En Argentina entraron un total de alrededor de 200 unidades del Williams entre 1994 y 1995, cuando inicialmente se habían previsto tan solo alrededor de 50 ejemplares. Rápidamente se convirtió en un suceso, imagen de la juventud por entonces.
En la actualidad, los precios locales de los Clio Williams se han disparado de una manera asombrosa. Una unidad en buen óptimo estado, tiene un precio promedio de 20.000 dólares, aunque también hay en oferta unidades por hasta 30 mil dólares.