En 1974 Ford Argentina comenzó a producir en su planta de General Pacheco al Taunus, inicialmente con carrocería sedán de cuatro puertas y motor dos litros, en versiones L y GXL. Si bien el Taunus tomaba la base estructural y diseño del Taunus-Cortina (TC) europeo, en Argentina se llevó a cabo una adaptación mecánica, al incorporar el motor «Lima» de cuatro cilindros y origen norteamericano: una mecánica más sencilla y económica de producir.
Promocionado como «el chico de Ford» el Taunus amplió su oferta rápidamente, en 1975 con la llegada de la versión coupé (GT), y la incorporación del motor 2.3 litros en la variante tope de gama GXL. A su vez también incorporó posteriormente transmisión automática de tres velocidades.
El diseño del Taunus contemplaba un estilo de líneas simples, bastante fluidas, con gran cantidad de piezas cromadas. El interior disponía de un estilo sobrio, con buena calidad interior y elementos que elevaban la percepción de calidad. Sin embargo esa impronta quedó rápidamente desactualizada.
Taunus: el chico de Ford que se convirtió en clásico
Si bien las ventas eran favorables, debido al excelente posicionamiento que la marca del óvalo contaba en nuestro país, el Falcon continuaba siendo el modelo más exitoso de la firma. A pesar de ello el Taunus ofrecía elementos que no eran tan comunes en el Falcon, por ejemplo transmisión de cuatro velocidades o aire acondicionado.
En 1981 Ford lanzó al mercado una evolución del Taunus, que tomaba el diseño del Taunus TC3 conocido en Europa. Se trató de un fuerte rediseño exterior, que introdujo líneas más filosas, pero que quitó muchos de los cromados vistos en el modelo original.
Esto motivó a la creación de la versión Ghia, definición que de allí en más sería posicionada como tope de gama de los modelos del óvalo en nuestro mercado. Para elevar la percepción de calidad, el Taunus Ghia contaba con un mejorado interior, que incluyó paneles de puerta decorados con madera real: una muestra de calidad y distinción en un auto mediano.
Rápidamente las ventas del Taunus se dispararon para 1982, siendo el auto más vendido de Argentina. Sin embargo la guerra de Malvinas puso trabas con la filial inglesa del óvalo, desde donde se importaban algunos componentes para su fabricación. Incluso la producción llegó a demorarse algún tiempo por este motivo. Finalmente la producción se detuvo en noviembre de 1984.
En la actualidad, si bien el Ford Taunus sedán no tiene la estirpe de clásico con el que sí cuentan otros modelos contemporáneos, puede ser una buena opción como vehículo de entrada al mundo de los autos de colección. Su oferta es variada, principalmente de la segunda serie, y sus precios no son elevados: en buen estado de conservación pueden costar entre 2.000 y 3.500 dólares.