En abril, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) realizó una actualización de los montos correspondientes al llamado impuesto al lujo para los autos 0 km. Estos nuevos montos, establecidos por la AFIP, estarán vigentes hasta el 31 de julio de 2024, afectando a una serie de vehículos que logran ubicarse por debajo de los límites impuestos.
La actualización del impuesto al lujo determina que la primera categoría del tributo, que impone un 20%, ahora se aplica a vehículos con un precio de fábrica o distribuidor que no supere los $26.230.344,73. Esto se traduce en aproximadamente $37.300.000 de valor de venta al público. Por otro lado, la segunda categoría del 35% se aplica a aquellos vehículos cuyo precio al distribuidor no exceda los $48.425.253,24, lo que significa alrededor de $83 millones para el consumidor final.
Los autos que no pagan impuesto al lujo
Esta revisión trimestral de los montos brindó a las automotrices un margen mayor para ajustar los precios de sus modelos sin que estos sean gravados por el impuesto. A diferencia de 2023, cuando los límites del impuesto al lujo y los fuertes aumentos de precios eran habituales, en 2024 se ha observado desde un congelamiento hasta una disminución de los precios. Este fenómeno se explica, en parte, por la caída en las ventas de autos, que han disminuido un 22,1% en comparación con el mismo período del año anterior.
En respuesta a la caída en las ventas, las automotrices implementaron diversas estrategias, como la financiación y la oferta de precios bonificados, para estimular un repunte en los patentamientos. Este contexto ha llevado a que varios modelos de vehículos dejen de estar comprendidos dentro del impuesto al lujo, facilitando así su adquisición.
Entre los modelos que han quedado por fuera del impuesto al lujo, se destaca el Ford Territory, un SUV que en junio logró ubicarse por debajo de las escalas del impuesto en todas sus versiones. Este no es un caso aislado, ya que otros vehículos del mismo segmento también han conseguido evitar el tributo gracias a ajustes en sus precios.
Toyota
El Toyota Corolla Cross es otro ejemplo notable, ya que ninguna de sus versiones está sujeta al impuesto interno. Este modelo, junto con el Nissan Sentra, demuestra que no solo los SUV pueden quedar exentos del tributo, sino también sedanes que se posicionan apenas por debajo del mínimo imponible.
Es importante mencionar que los autos más económicos del mercado no tributan este impuesto debido a su bajo costo. Además, las pick-ups, al ser consideradas vehículos de trabajo, están exentas del tributo, independientemente de su precio. Estas características hacen que ciertos segmentos del mercado automotor sean más accesibles para los consumidores.
Ford
Entre las marcas destacadas se encuentra Ford, cuyo SUV Territory se posiciona por debajo del umbral imponible, con precios que van desde los $35.173.000 para la versión SEL hasta los $36.860.000 para la Titanium, su tope de gama.
Chevrolet
Chevrolet continúa destacando en el mercado con su modelo Tracker, que si bien ha dejado de figurar entre los autos más económicos, sigue manteniéndose por debajo del umbral imponible del impuesto interno. La versión de entrada de gama se lista en $25.930.900, mientras que la opción Premier alcanza los $36.600.900, asegurando así una opción atractiva para los consumidores que buscan evitar cargos adicionales.
Jeep
Dentro del Grupo Stellantis, Jeep presenta alternativas con varias versiones de sus SUV fuera del alcance del impuesto al lujo. El Renegade, en su gama que va desde los $29.623.000 hasta los $36.000.000, se excluye del tributo, con excepción de la versión Trailhawk, que sí lo incluye. Asimismo, el Compass evita el pago del gravamen únicamente en su versión Sport, que se lista en $37.120.000, proporcionando así opciones flexibles para distintos presupuestos.
Renault
Renault sigue la misma tendencia con sus modelos Kwid E-Tech, Stepway y Duster, todos listados por debajo del mínimo imponible del impuesto al lujo. El Kwid E-Tech parte desde los $29.881.017, el Stepway desde los $26.030.524, y el Duster desde los $29.214.249, consolidando así su oferta sin cargos adicionales por lujo.
Volkswagen
Volkswagen también ha quedado afuera del impuesto al lujo con modelos como el Virtus, cuyas versiones MSI, Comfortline, Highline y Exclusive están listadas entre $26.056.500 y $34.296.350. Además, el Nivus y el T-Cross, con sus versiones tope de gama alcanzando precios de hasta $35.336.000 y $33.247.800 respectivamente, no se ven afectados por el impuesto. Solo la versión de entrada del Taos, a $37.390.904, se encuentra exenta del tributo.
Nissan
Por otro lado, Nissan destaca con modelos como el Versa, cuyas versiones se listan desde los $24.744.400 hasta los $29.697.000, el Sentra con precios que van desde los $33.619.200 hasta los $34.595.000, y toda la gama del Kicks, con su precio más alto marcado en $32.218.400.
Honda y Jetour
Honda y Jetour también participan en esta estrategia de precios. El fabricante japonés ofrece el ZR-V en su versión LX por $36.990.000, manteniéndolo fuera del alcance del impuesto, mientras que Jetour logra lo mismo con el X70 equipado con transmisión automática, posicionado en $38.822.000.