En medio de un mercado global cada vez más volcado hacia los SUV, Chevrolet vuelve a apostar por los sedanes en regiones específicas del mundo. En este caso, presentó un nuevo modelo en Medio Oriente que sorprende por retomar un nombre bien conocido en Argentina: Cruze. Sin embargo, no se trata del mismo vehículo que se produjo en la planta santafesina de General Alvear hasta 2022, sino de una reinterpretación basada en un modelo chino que ya se comercializa en Asia.
Aunque lleva el mismo nombre, este Cruze tiene muy poco que ver con aquel mediano argentino que supo ganarse un lugar en las calles locales. El nuevo exponente parte de la base del Chevrolet Monza, un sedán desarrollado en conjunto con la empresa asiática SAIC. Esta alianza también dio origen a otros modelos globales como Onix y Tracker, ambos construidos sobre la plataforma modular GEM, y exitosos en América del Sur.
Tambien tepuede interesar
El rediseño de este modelo incluyó algunos retoques estéticos en el frente, donde se destacan ópticas más delgadas y una parrilla de mayor tamaño, que le otorgan una imagen más moderna y alineada con la nueva identidad visual de la marca. A simple vista, el nuevo Cruze comparte rasgos con el Onix de última generación.
Características del Chevrolet Cruze
En términos de proporciones, el sedán conserva dimensiones cercanas a los 4,6 metros de largo, manteniéndose dentro del segmento mediano. Bajo el capot, aparece un motor 1.5 litros turboalimentado de cuatro cilindros que entrega 113 caballos de potencia y se asocia a una caja automática de seis marchas. Esta configuración, si bien moderna, está por debajo del desempeño que ofrecía el Cruze fabricado en Argentina, que tenía un motor 1.4 turbo de 153 CV.
En algunos mercados asiáticos, la oferta mecánica se completa con una versión más potente equipada con un motor 1.3 turbo y tecnología mild-hybrid, que permite alcanzar los 160 CV. Esta variante ofrece un rendimiento más acorde a las expectativas del segmento, y suma eficiencia en el consumo.
La seguridad está cubierta con frenos a disco, control de estabilidad, sistema ABS, asistente de frenado de emergencia y cuatro airbags de serie. En el eje delantero se mantiene una suspensión independiente, lo cual mejora la dinámica de manejo y el confort.
En el habitáculo, el nuevo Cruze incorpora tecnologías vistas en otros modelos de la marca. Se destaca la doble pantalla de 10,25 pulgadas que combina el tablero digital con el sistema multimedia, compatible de forma inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay. Además, incluye cámara de retroceso de serie y control de velocidad crucero.
Las versiones más equipadas, como la LT, agregan elementos premium como tapizados de cuero, encendido remoto y un techo panorámico, mientras que la variante LS ofrece un paquete más básico pero completo para su categoría.
Más allá de su equipamiento, lo más llamativo es la estrategia comercial de Chevrolet: mientras en Sudamérica la marca se enfocó en SUV y pick ups, abandonando por completo el segmento de sedanes medianos, en Asia y Medio Oriente apuesta a conservar esta silueta con un enfoque más tecnológico que prestacional.
Por ahora, la compañía no tiene planes de traer este nuevo Cruze a la Argentina, ni siquiera como importado. Sin embargo, no sería descabellado pensar que un modelo así, bien equipado y de dimensiones generosas, podría seducir a quienes buscan una alternativa por encima del Onix, sin llegar al precio de una SUV.
A modo de repaso histórico, el Chevrolet Cruze se presentó por primera vez en el país en 2010, inicialmente importado desde Corea del Sur. Compartía segmento con el Vectra, al que luego reemplazaría. Las primeras versiones estaban disponibles solo en carrocería sedán, y posteriormente se sumó la variante hatchback.
Durante su vida comercial en Argentina, el Cruze ofreció opciones como el motor 1.8 naftero de 141 CV y un 2.0 turbo diesel que llegó a entregar hasta 163 CV. Las transmisiones disponibles eran manuales de cinco marchas o automáticas de seis. El baúl de la versión sedán tenía una capacidad de 450 litros, suficiente para el uso familiar.
