Desde Cuyomotor le damos una gran importancia a la Seguridad Vial (mirá nuestra Sección Exclusiva ACÁ) y más en época de vacaciones. En esta oportunidad, Ricardo Gitlin, Perito Técnico en Accidentes Viales con Matrícula 48 SCJM, explica algo fundamental: la distancia que hay que mantener respecto del auto que tenemos adelante.
Existen mitos de todo tipo en temas de seguridad vial, pero en lo que hace a distancias de seguimiento hay una teoría que escucho habitualmente en las capacitaciones y con todo tipo de público. En la Ley Provincial de Tránsito de Mendoza, no existe nada que establezca cual es esa distancia, al menos no en metros o en tiempo. Tampoco lo establece el reglamento de la misma. Hablar de distancia “prudencial” es demasiado pobre como dato.
Lo que escucho repetidamente: si se logran ver las cubiertas del rodado que circula adelante, se está ante una distancia prudencial. Antes de tomar una posición respecto a la utilidad o no de ello, pensemos juntos dos aspectos:
–Tanto si mi velocidad es de cien km/h o diez km/h, la distancia para lograr ver las cubiertas traseras de quien circule adelante, será exactamente la misma.
–Dependiendo el tipo de vehículo, su eje trasero se encontrará más o menos tirado hacia atrás, lo que modificará el ángulo (y por tanto la distancia) desde donde tendremos visibilidad de las cubiertas.
Por lo tanto no estamos ante una buena recomendación. Es conveniente establecer una regla general que se adapte a velocidades de marcha. Normalmente se establece un mínimo de dos segundo de distancia para con el vehículo que me precede. De esta manera al observar que ese vehículo sobrepasa un objeto (un cartel por ejemplo), contamos dos segundos y si luego pasa nuestro rodado, estamos ante esa distancia prudencial.
Personalmente comparto la regla de los dos segundos, pero sólo para zonas urbanas. Para el resto es preferible un tiempo mayor. Con tres segundos nos aseguraremos una distancia tal que tras observar el problema, dar la orden a nuestro pie de pisar el freno y comenzar a frenar, aun nos quede margen para decidir que maniobra realizar, o simplemente terminar de detener al vehículo.
Algo importante: todo lo expuesto está pensado para una superficie seca, neumáticos acordes y buenos frenos, de lo contrario es recomendable arreglar los frenos, cambiar los neumáticos y si llueve duplicar la distancia prudencial.
Para contactar a Ricardo Gitlin, escribir a [email protected]