El oficialismo quiere que se apruebe antes del 10 de diciembre, y las terminales pusieron el grito en el cielo y pidieron una audiencia con Capitanich. La suba en la tasa de los impuestos provocaría -según algunas estimaciones- una caída en torno al 20% en las ventas afectadas por el impuesto, que este año representan el 7% de las ventas totales.
Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat y Chrysler en la Argentina, dejó en claro su punto de vista respecto al nuevo impuesto: “Un auto de 234 mil pesos pasará a costar 435 mil. Calculamos un aumento del 85% en el precio de lista para los autos nafteros alcanzados por este impuesto y 95% para los diesel”, señaló a modo de ejemplo.
“Hoy se está facturando normalmente pero los concesionarios van a empezar a recibir los nuevos precios rápidamente”. Si el proyecto se aprueba tal como está, seguramente afecte a gamas más bajas. “La venta de autos de alta gama, que tienen mayores márgenes de ganancia, subvencionan en muchos casos a los de la gama más baja, y al tener estos que mantener los gastos, habrá una suba de precios en general”, agregó Ratazzi.
LA LEY ACTUAL Y CÓMO QUEDA. Los autos con un precio de 150.000 pesos, sin sumar impuestos y costos del concesionario, deben pagar impuestos internos. La tasa es de 12,5% para los autos gasoleros y de 10% para los demás. El proyecto oficial eleva el monto a partir del cual se paga el impuesto a 170.000 pesos y aumenta la tasa al 50 por ciento, ya sea para vehículos fabricados localmente o importados. Los que no superen los 170.000 pesos quedan exentos. Por ende quedan afectados los de más de 230.000 pesos, a valor concesionario, que pasarían a costar más de $300.000.
POSIBLES AFECTADOS. A pesar que apunta a los «de lujo» la realidad es que afectará a los «alta gama» y más allá; aunque todavía hay muchos detalles por conocer. Hoy por hoy repercutiría también en modelos cómo el Citroën DS4 y C4 Aircross; Ford Kuga y Mondeo; Honda Accord y CRV, Peugeot 3008, 4008 y 508; Renault Koleos y Megane III; y VW Sharan, Scirocco, Vento, Tiguan y Passat; Toyota SW4 y Chevrolet Captiva.
Además, los tope de gama de modelos de fabricación nacional, como Renault Fluence, Citroën C4 Lounge, Ford Focus y Peugeot 408, quedarían también al borde del impuesto. Es decir que más que hablar de modelos, hay que analizar las versiones de cada uno. Por ejemplo un Fluence sólo podría llegar a verse dentro del impuestazo en su gama tope «Privilege» o un Ford Focus III en la «Titanium».
EN MENDOZA. Otro tema es evaluar qué sucederá en el interior del país, donde las diferentes provincias pagan un plus por el «flete» o traslado de la unidad, este es otro punto que eleva el costo final, es decir el precio del coche terminado y puesto en calle.
LAS MÁS AFECTADAS. Si el proyecto queda tal cual se presentó, habrá obviamente un fuerte impacto en todos los modelos (o en la mayoría) de las marcas Premium o Exclusivas (Mercedes-Benz, Audi, Porsche, BMW y Alfa Romeo).
TAMBIÉN MOTOS. Al igual que los autos, afectará a los modelos que se fabrican en el país. El proyecto fija una alícuota de 30% para las motos cuyo precio-antes de impuestos y del margen del concesionario- esté entre 22.000 y 40.000 pesos y una tasa de 50 por ciento para los modelos que superen ese valor.