La marca Volvo realizó un desafío descomunal entre el Iron Knigh, un camión capaz de acelerar de 0 a 100 en 4 segundos y uno de sus autos soñados, el S60 Polestar, el jugador que compitió la temporada pasada en WTCC y logró obtener su primera victoria en Shangai. El duelo de titanes constó de dos batallas, una de ellas una carrera en circuito y la otra una picada en cuarto de milla.
El Volvo Iron Knight, es un camión de alta competición, con una potencia de 2.400 CV capaz de acelerar de 0 a 100km/h en apenas 4.6 segundos, que logró dos récords mundiales FIA de velocidad en las distancias de 500 y 1.000 metros esta temporada. Este gigante fue el vencedor en la competencia de cuarto de milla por una pequeña diferencia de apenas escasos segundos sobre el auto.
El S60 Polestar TC1 está equipado con un motor turbo potenciado de 4 cilindros que ofrece una potencia de 400 caballos y un peso total de 1,1 toneladas. Con estas prestaciones, el representante del WTCC se adjudicó el desafío a una vuelta en el circuito de Mantorp Park con una distancia de 3.125 mts.
Con ambas pruebas finalizadas el tanteador quedó igualado 1 a 1 a la espera de un desempate que calme las ganas de competir de estos verdaderos pura sangre solo creados para la velocidad.