La semana pasada se hubiera dado inicio al Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, la muestra realizada en el complejo Palexpo de la capital Suiza, un clásico en lo que al mundo del automóvil se refiere. Sin embargo una semana antes las autoridades cancelaron el show, debido al brote de coronavirus, y a que el estado suizo cancelara todo acto que involucre más de mil personas en un sitio cerrado.
A la suba de esta baja, se agrega la reciente confirmación de la cancelación del Salón Internacional del Automóvil de San Pablo, que se iba a realizar a fines de este año. La baja del show regional, sin embargo, no fue debido a una pandemia precisamente, sino a motivos meramente económicos.
Las marcas ausentes
Chevrolet y Toyota, marcas de peso en el país vecino, ya habían anunciado que no estarían presentes en la muestra, debido al alto costo que les insumiría. Asimismo otra decena de marcas habían tomado la misma decisión. Esto tiene que ver con los costos, pero también con un cambio en el modo en el que las presentaciones de autos se llevan a cabo a nivel mundial.
Si bien el Salón de Ginebra fue cancelado por fuerzas mayores, en aquel evento también iba a haber marcas de peso ausentes, tal el caso de Peugeot, Citroën o Mini. En estos casos, los elevados costos también habían sido la explicación para ausentarse. La cancelación del show dejó pérdidas millonarias, ya que cada terminal presente debía invertir unos 6 millones de euros para estar presentes. Allí las rezones tienen que ver con la incidencia del coronavirus.
De acuerdo a lo informado en el país vecino, la edición anual del Salón de San Pablo será reprogramada para el año próximo. Este lapso de tiempo podría darle la oportunidad a la empresas que habían anticipado su ausencia a finalmente asistir.
Sin embargo, esto se da en un momento en el que los salones internacionales pasan por un presente dudoso. Las novedades ya no son tales cuando se abre la muestra, ya que previamente se filtran o divulgan imágenes de los nuevos modelos. Cuando llega la inauguración, poco queda por divulgar, salvo las imágenes en vivo y algún que otro dato preciso.
Tampoco el de Buenos Aires
Recordemos que la última edición del Salón Internacional del Automóvil de Buenos Aires, que iba a realizarse durante el año pasado, también se canceló (ver). En ese caso fue debido a la situación económica del país, y a los bajos niveles de ventas, es decir, también a problemas económicos. Al igual que el futuro del automóvil, parece que los salones esperan por cambios importantes.