Torino Lutteral
En épocas en las que la importación de autos se encontraba cerrada, la industria local lo era todo. El Turismo Carretera a su vez encendió la llama de los jóvenes, más que nada con la aparición de los autos más modernos del momento. Entre ellos el Torino, que debutó en la Vuelta de San Pedro de 1967, con victoria.
Juan Carlos Lutteral era un empresario que contaba con un concesionario oficial IKA en Capital Federal. Pero también era un visionario, e introdujo en una de las Liebres de TC una extraña caída del techo, al mejor estilo fastback. Se trataba del auto del equipo oficial, conducido por Alberto Rodríguez Larreta (Larry). La solución no sólo resultó eficiente, sino que llamó la atención del público.
TORINO LUTTERAL: LOS MAS EXCLUSIVOS
Viendo el fervor que causó, y con un amplio taller a disposición, optó por adoptar este formato en un Torino de calle, previo a su comercialización. Con respecto al de carrera debió mejorar bastante el estilo e incorporarle algunas soluciones. En su diseño se inspiró en el Chevrolet Corvette de 1963, el único con luneta dividida.
Pero el Torino modificado por Lutteral debía ir un poco más allá, y es ahí donde su capricho pasó a convertirse en una empresa, encargada de modificar a gusto al popular auto producido en Córdoba. A partir de 1968 bautizó a los modelos más completos como Lutteral Comahue. Sin embargo también comercializaba piezas o kits de potenciación por separado.
Con el tiempo los Torino Lutteral también ganaron un frontal específico. En este caso se trataba de una extensión de los guardabarros que le permitía una mejor penetración aerodinámica. A su vez el remate trasero también tuvo variaciones. Sin embargo no todos los Lutteral tenían la trompa y la cola intervenidas, sino que todo era configurable, a pedido del cliente.
LOS TORINOS HECHO A PEDIDO
Los Torino equipados por Lutteral se convirtieron en los autos más costosos de Argentina, y los elegidos por las grandes figuras del deporte, o mismo de la farándula. Para tener una de estas unidades se debía ser una persona pudiente. Por ese motivo es que Lutteral podía equipar a sus modelos hasta con un minibar, con whiskera incluida.
La última evolución de Lutteral fue el Comahue 1980, lanzado en 1978, un modelo reconocible por sus paragolpes de plástico negro, y por contar con un exclusivo instrumental digital, con volante recortado en su parte superior. A su vez el portón trasero levadizo podía contar con apertura hidráulica.
¿COMO SERIA EL TORINO ACTUAL? MIRA ESTA NOTA
A fines de la década setenta la firma quebró, más aún con la llegada de los autos importados. Los Lutteral pasaron a ser reemplazados por autos alemanes con la última tecnología disponible a nivel mundial. Pero sin dudas marcaron una época.