El Torino es uno de los más grandes íconos de nuestra industria automotriz, debido a la particular forma en la que fue concebido. Si bien IKA (Industrias Kaiser Argentina) partió de la base de un vehículo americano existente, el hecho que un fuerte rediseño y mejora general hayan sido desarrollados exclusivamente para el modelo local, lo convirtieron en uno de los autos más arraigados a nuestros sentimientos. Pero fue también su éxito deportivo lo que motivó al Torino a ser lo que es hoy para el argentino.
En esta nota te mostramos 5 hechos que convirtieron al Torino en una muestra de poder, tanto en las carreras, como en la calle, para calar hondo en el respeto de los argentinos. Pero además te mostramos el informe con los precios actualizados de Torino y sus versiones en la Argentina (ver acá).
El Torino 380
La primera serie del Torino fue lanzada a mediados de 1966. Inicialmente se producía en la planta de Monte Chingolo, en Buenos Aires, donde previamente se fabricaba el Siam Di Tella. Al poco tiempo la producción se trasladó a Santa Isabel, en la Provincia de Córdoba. La calidad percibida en aquellos primeros Torino era considerablemente superior a todos sus rivales, como así también su nivel prestacional.
Con una transmisión manual de cuatro marchas (en 1966 no había otro modelo americano de producción local con caja de cuarta) y el motor Tornado de cuatro bancadas con algunas mejoras, en la versión Coupe se destacaba la potencia que entregaba el motor, como así también su buena configuración de suspensiones. Todo ese combo hizo del Torino un auto que se posicionó al tope de la oferta local, ya que se advertía como un auto superior al resto, algo que era real. La variante 380w, con un extra de potencia debido a que contaba con tres carburadores, fue incluso un poco más allá, y le trasladó aún más percepción deportiva.
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Debut en TC con victoria
Para promocionar al nuevo Torino, IKA decidió crear un equipo oficial para competir en la categoría más importante de Argentina. Conocida como la «CGT» debido a las iniciales de los apellidos de sus pilotos (Copello, Gradassi y Ternengo) los Torino de ese equipo demostraron una rápida superioridad frente a los autos ya existentes en la categoría, en una época en la que el TC comenzaba a dejar atrás a las viejas Cupecitas por los autos compactos, entre ellos el Chevrolet 400 o el Ford Falcon.
Pero el Torino fue mucho más allá: dejó atrás con comodidad a sus rivales el día de su debut, en la primera carrera de 1967, llevada a cabo en San Pedro. Aquellos primeros tres autos habían sido construidos por Heriberto Pronello, con motores desarrollados por Oreste Berta. Ese mismo año el Torino fue campeón con Eduardo Copello, repitiendo en 1969 (Gaston Perkins), 1970 (Luis Rubén Di Palma en Fórmula A y Eduardo Copello en Fórmula B) y 1971 (Luis Rubén Di Palma).
84 horas de Nürburgring
Si bien competir y ganar en Argentina no era poco importante, IKA decidió exceder fronteras, y en 1969 instauró el sueño de ir a competir a Alemania, precisamente a una competencia de semi-regularidad, con una duración de 84 horas, en el tremendo infierno verde, en Nürburgring, Alemania. Si bien fue toda una epopeya, el Torino argentino no competía con autos de su mismo porte, por lo que tenía una categoría específica.
La carrera de 84 horas en el mítico trazado que también usaba la Fórmula 1 y que contaba con 28,3 kilómetros de extensión imponía un ritmo de carrera constante, pero no al límite. Además los autos contaban con una preparación casi standard, mucho más civil que la empleada en los TC en Argentina. Debido al plus de su potencia, el Torino dominó ampliamente la competencia, siendo el vehículo que más giros completó. Sin embargo fue penalizado por exceder la sonoridad permitida, quedando finalmente en el cuarto puesto. De todas formas esta proeza fue quizás la mejor campaña que tuvo el Torino durante sus años de vida, y una de las claves de su éxito.
Las mejoras a través de los años
Con el paso de los años el Torino fue evolucionado en algunos aspectos, y economizándose en otros. La aparición de la línea 1971 hizo debutar a un nuevo diseño exterior, combinado a un cambio en el habitáculo, que redujo un tanto su calidad. El objetivo era hacer un Torino más rentable. Con los años también ganó en deportividad: por ejemplo en 1974 agregó el motor «Torino», con árbol de levas a la cabeza, y más potencia.
En 1976 apareció una nueva línea para el Torino, y la versión Coupé pasó a denominarse TSX. En este caso con algo más de potencia e incluso mayor aspecto deportivo. Ya en 1979 la ZX fue la última edición, con detalles más modernos, hasta su discontinuación en 1981.
Los llamativos Torino Lutteral
Prácticamente desde su lanzamiento el concesionario oficial IKA Lutteral comenzó a modificar versiones del Torino, que elevaban su exclusividad. Conforme pasaron los años la evolución del diseño llevó a Lutteral a crear verdaderas rarezas, que además elevaban considerablemente el precio de venta.
Hasta fines de los setenta los Torino equipados por Lutteral se habían convertido en una de las exclusividades de Argentina, siendo los autos elegidos por las grandes figuras, a pesar que su estilo no era quizás de lo más agradable. También contaban con un plus de potencia, y múltiples opcionales.