En 1960 Industrias Kaiser Argentina (IKA) comenzó a producir en serie al Renault Dauphine, bajo licencia de la Regie Renault de Francia. Se trataba de un compacto con carrocería de cuatro puertas y motor en posición trasera. Pero 1962 marcó la aparición del Gordini, una variante optimizada del primero, que rápidamente ganó popularidad gracias a su impronta algo más deportiva y sus actuaciones en la competición.
Pero si nos centramos en los inicios, el Dauphine se estableció como el primer producto del rombo producido y comercializado oficialmente en nuestro país. Aquellos primero modelos producidos en la planta de Santa Isabel en Córdoba, contaban con motor trasero de cuatro cilindros en línea y 845 cm³. La transmisión era de tres velocidades, mientras que tanto el volante como el panel de a bordo eran de color beige, contrastado con llamativos colores en la carrocería.
Un ícono. Aparece un Torino idéntico al de Nürburgring (ver)
Si bien las prestaciones del Dauphine eran coherentes para los parámetros de la época, considerando a modelos económicos, muchos clientes solicitaban más potencia. Es por ello que en 1962 en la planta cordobesa se aprobó el proyecto para construir el Gordini, un modelo que tomaba las modificaciones mecánicas realizadas por Amédée Gordini, en Francia.
Gordini: el nombre más común
Desde el punto de vista estético en los Gordini se destacaban las nuevas llantas caladas, mientras que contaban con molduras dobles, que en su interior eran pintadas de un color contrastado con respecto al de la carrocería. Sin embargo las modificaciones mecánicas estaban en el motor, que contaba con mayor compresión, otro esquema en el árbol de levas y un nuevo carburador de 32 milímetros.
Además añadía una transmisión de cuatro velocidades, siempre con comando al piso. Con esto el motor obtenía 36 caballos de fuerza, suficientes para impulsarlo hasta los 130 km/h. En el interior el Gordini contaba con un estilo más deportivo, inicialmente al ofrecer el panel interior en color negro.
De todas formas la deportividad del Gordini apareció más bien con las versión 1093. En este caso se trataba de un kit de potenciación ofrecido por los concesionarios de la marca, con mejoras específicas para su motorización. Entre ellas se encontraban pistones y bielas de diseño específico, sistema de frenos de disco delantero, y carburador de dos bocas. De esta forma, la potencia se elevaba a los 55 caballos.
El suceso del Renault Gordini en TC
Eso sin contar que en 1966 Oreste Berta desarrolló un Gordini especialmente modificado para competir en el TC, donde el pequeño del rombo, llegó a largar en la primera fila de la única carrera que pudo competir, ya que luego de esa prueba se prohibió por reglamento. Aquel auto se lo apodo como «El ratón escandaloso».
En la actualidad los Dauphine-Gordini no son tan comunes de ver circulando. Su noble mecánica y simpático diseño lo han convertido en un clásico, por el que en la actualidad hay que desembolsar entre 3.000 y 6.000 para adquirir una unidad en especial estado de conservación.