Fue durante más de una década el auto elegido por miles de argentinos. Desde empresarios hasta taxistas, el Peugeot 505 supo convertirse en un símbolo de confiabilidad, nobleza mecánica y presencia sobre el asfalto. Hoy, en plena era de transformación tecnológica, una inteligencia artificial se animó a reimaginar cómo podría lucir esta leyenda automotriz si regresara al mercado en una versión completamente nueva para 2026.
La propuesta vino de la mano de Grok, el chatbot de inteligencia artificial de la red social X, que recreó una versión 100% ficticia del 505 con parámetros realistas y actualizados al contexto argentino. El resultado es un modelo con raíces clásicas, pero que apuesta de lleno al futuro, tanto en diseño como en equipamiento, motorización y posicionamiento comercial.
Diseño
El aspecto del nuevo Peugeot 505, según la IA, mantendría cierta continuidad con el espíritu del original, aunque completamente reinterpretado. Las líneas serían marcadas, con una impronta dinámica y detalles modernos, como ópticas LED de diseño agresivo que homenajean las clásicas «miradas felinas» de modelos anteriores.
En el frente, la parrilla se inspiraría en el 508, incorporando el logo del león en el centro y adoptando una estética sobria pero contundente. Por los laterales, llantas de aleación entre 17 y 19 pulgadas reforzarían la postura deportiva y elegante, mientras que el lateral ganaría protagonismo con líneas esculpidas y terminaciones cromadas en las versiones más completas.
La parte trasera no pasaría desapercibida: luces LED con las tres garras de Peugeot, una identidad visual inconfundible de la marca, se combinarían con detalles oscuros o exclusivos para versiones con look deportivo. No faltaría una versión rural (Break), pensada tanto para familias numerosas como para flotas, un verdadero guiño a la histórica 505 Familiar.
Pensado para la Argentina: robustez, eficiencia y producción local
Más allá del diseño, la IA consideró el contexto local al imaginar este auto. El nuevo Peugeot 505 estaría concebido para enfrentar los desafíos diarios de nuestras rutas: un despeje mayor al promedio (alrededor de 180 mm), paragolpes con protecciones reforzadas, y una configuración ideal para carreteras irregulares.
Además, se pensó en una producción nacional. La planta de Stellantis en El Palomar —donde hoy se fabrica el 208— sería la elegida para desarrollar este modelo. Así, se aprovecharía la infraestructura ya instalada, se cumplirían requisitos de integración local y se protegería al modelo de los vaivenes de las importaciones.
Todo esto, según Grok, acompañado de una estrategia de precios competitivos, para captar tanto al usuario común como a las flotas corporativas, ofreciendo valor y robustez a un costo accesible.
Variedad mecánica
La inteligencia artificial propuso una amplia gama de motorizaciones, adaptadas al escenario energético argentino y a las tendencias globales. Entre las opciones imaginadas, se destacan:
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1.6 THP de 180 CV, con caja automática de 8 velocidades, como opción base e intermedia.
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1.6 THP de 215 CV, para quienes buscan más respuesta, manteniendo la tracción delantera y sumando un modo Sport.
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Híbrido enchufable (PHEV), con una potencia combinada de 225 CV y autonomía eléctrica razonable, ideal para uso urbano premium.
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2.0 HDi de 150 CV, un clásico diésel para el interior del país o usuarios intensivos, disponible con caja manual o automática.
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Versión bi-fuel (nafta + GNC), clave en Argentina, con el mismo motor 1.6 adaptado para rendir más kilómetros por menos dinero. Ideal para taxis, remises o choferes que recorren largas distancias.
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Edición eléctrica limitada, posiblemente inspirada en el Peugeot e-2008, pensada para un nicho urbano y con una clara intención de imagen de marca.