El viraje estratégico de Jeep en América del Norte marca un antes y un después. La compañía decidió cancelar el lanzamiento del Gladiator 4xe, la versión híbrida enchufable de su pick-up, y en paralelo confirmó el regreso del motor HEMI V8 de 6.4 litros, un propulsor icónico que había quedado relegado por normativas de emisiones más estrictas.
Motivos de la decisión
La suspensión del Gladiator 4xe refleja que la demanda de camionetas electrificadas no evolucionó al ritmo esperado. Stellantis optó por reorientar recursos y garantizar la permanencia del Gladiator con una oferta renovada en motorizaciones, equipamiento y personalización.
Bob Broderdorf, nuevo CEO de Jeep, fue claro: “El HEMI V8 tendrá un rol importante en el futuro de la marca. Expandiremos la disponibilidad del Wrangler 392 y aprovecharemos todo el potencial del HEMI en distintos productos de la gama”.
El regreso del V8
El HEMI V8 de 6.4 litros regresa impulsado por dos factores: la flexibilización regulatoria en Estados Unidos y la presión de clientes entusiastas que reclaman opciones de alto rendimiento. Este motor, con décadas de historia dentro de la marca, representa una vuelta a las raíces más potentes de Jeep.
La electrificación sigue en pie
Aunque el Gladiator 4xe quedó descartado, la marca no abandona sus proyectos híbridos. El Wrangler 4xe se mantiene como el híbrido enchufable más vendido de Jeep desde su lanzamiento en 2021, mientras que el Grand Cherokee 4xe, introducido en 2022, también muestra un desempeño sólido. En el segundo trimestre de 2025, ambos modelos registraron incrementos de ventas del 38% y 8%, respectivamente.
Contexto de mercado
El movimiento de Jeep demuestra cómo Stellantis busca equilibrar su gama entre electrificación y opciones tradicionales. La cancelación del Gladiator híbrido enchufable no significa un retroceso, sino una adaptación al comportamiento real del mercado. Con esta estrategia, la marca de las siete barras apunta a consolidar su liderazgo en el segmento off-road con una oferta más diversa.