La quinta generación del SUV mediano derivado de la pick up Hilux se presentó formalmente en diciembre de 2015, en momentos en que los precios del segmento alto se veían severamente afectados por alícuotas de hasta 50% del llamado “impuesto al lujo”. Ya en aquel momento, sin embargo, se daba por descontado que las escalas volverían a una cierta normalidad que impactaría favorablemente en el precio final de la Toyota SW4.
Eso finalmente ocurrió en enero de este año, con lo que la Toyota SW4 (caja manual) cayó de un precio de $ 883.400 a $ 773.700 en cuestión de semanas. Producto de la inflación del primer semestre, actualmente su precio vuelve a rondar el millón de pesos (ver al final de esta nota) y se ubica en el escalón de valor más alto para un vehículo fabricado en el país.
Es decir: es el vehículo más caro de los que se fabrican en Argentina, pero también es único en su segmento y se podría decir también que es uno de los más sofisticados y de mayor calidad. Sin embargo, no es el más completo en cuanto a equipamiento tecnológico y de confort, como veremos más abajo.
¿QUE ES?
La quinta generación del exitoso SUV Toyota SW4
¿DONDE LA PROBAMOS?
La testeamos en autopista desde Buenos Aires hacia Rosario y Córdoba y luego por fuera de ruta por caminos serranos con diferentes dificultades.
¿Que distingue su diseño exterior?
Es imponente desde toda perspectiva: la carrocería tiene pliegues marcados y líneas afiladas que en los laterales parecen copiar un flujo de aire imaginario corriendo hacia atrás. Las formas del paragolpes y el capó brindan un dibujo muy particular a la trompa, junto a los faros delanteros que le dan un look muy moderno.
La parrilla cromada continúa la línea de los faros, con una forma agresiva y estilizada que le aportan una gran personalidad y que logró diferenciarla bastante de la estética también nueva que adoptó la Hilux en su octava generación, lanzada en noviembre de 2015.
Las atractivas llantas de aleación de 18 pulgadas con neumáticos 265/60; sumado a detalles como la antena tipo “shark” sobre el techo y un pronunciado spoiler trasero, contribuyen a darle un aspecto exterior que sin dudas no pasa desapercibido.
MIRÁ EL LANZAMIENTO COMPLETO DE LA SW4
Desde el frente, lo primero que llama la atención es la tira de luces diurnas de LED, agrupadas en línea con los faros principales de tecnología “Bi-LED” con regulación automática de la altura. Anduvimos mucho en ruta, en noches de lo más cerrada, cielo nublado y bastante bruma y realmente los faros mostraron una capacidad lumínica que no admite críticas.
Continuando con la carrocería, las líneas agudas y de diseño moderno encuentran un remate perfecto en el portón trasero y se combinan a la perfección con ópticas bien estilizadas que también utilizan tecnología LED. Si bien el gusto es algo subjetivo, sería fácil consensuar que se trata de un dibujo muy atractivo y con mucha personalidad.
Diseño interior
Los nuevos rasgos de la SW4 también se perciben claramente en el plano interior: el diseño del tablero y la consola evolucionaron notablemente, con nuevos relojes, nuevas gráficas y un display TFT a color de 4,2” en el centro de las dos esferas del tablero, enmarcado en dos líneas de luces azules verticales. Allí concentra funciones de la computadora de a bordo, como información de trayectos, consumo, autonomía, conducción ecológica, etc.; además de brújula, sistema de audio y todos los ajustes.
La versión SRX incluye tapizados en cuero “ecológico” de tono marrón oscuro, que se combina con los revestimientos de las puertas y con detalles símil madera en el volante y la base de la palanca de cambios. Para algunos, como quien escribe, son detalles que quedan muy bien y transmiten una sensación de calidad y calidez al tacto; aunque es cierto que para otros esos mismos detalles y apliques (que son en realidad imitaciones de madera) pueden ser objeto de algunas críticas.
TECNOLOGÍA Y CONFORT
Lo que no es discutible es la comodidad que se percibe desde el puesto del conductor. El espacio es amplio y si bien la posición de manejo es bastante elevada, los ajustes eléctricos de la butaca más la regulación en altura y profundidad del volante permiten encontrar fácilmente un punto de comodidad.
El tacto del volante, más la forma de las butacas, complementado con una palanca de cambios (en la versión manual que probamos) mucho más chica que en la anterior generación y con recorridos más cortos, crean una atmósfera de manejo muy confortable. Es como ir sentado en un sedán amplio y lujoso, pero unos 30 centímetros por encima.
En la consola central se ubica una pantalla táctil de 7” para el equipo de audio, TV digital, cámara de retroceso y GPS. Si bien suena muy completo, es aquí en donde se concentran las mayores críticas al equipamiento: su operación es realmente incómoda, lenta y poco intuitiva.
Por ejemplo: para subir y bajar el volumen o cambiar de estación de radio, hay que ‘tocar’ los botones digitales en los costados, pero invariablemente esto se vuelve algo engorroso. No sólo por el leve delay que tienen las respuestas, sino también por que muchas veces se hace difícil acertar el punto justo a los botones ubicados “al ras”. Aquí hubiera sido preferible las clásicas perillas redondas, o algún comando con botones con relieve.
Sumado a eso, un molesto “bip” acompaña a cada toque. El sintonizador de radio es poco intuitivo y no permite buscar estaciones en forma manual. Lo mismo con las funciones del GPS, que además tiene una visualización de datos incómoda. La posición de esta pantalla puede producir el encandilamiento del conductor cuando la luz del sol ingresa por el ángulo trasero derecho.
Más allá de estas falencias, el resto del equipamiento es de alto nivel. Cuenta entre otras cosas, con climatizador bi-zona (delantero y posterior); guantera con refrigerador y calentador; control de velocidad crucero; portón trasero con sistema de apertura y cierre eléctrico; sistema de ingreso “inteligente” y arranque por botón; enchufe de 220 v y tres salidas de 12 volts, etc.
Los asientos de la segunda fila tienen regulación de distancia y respaldo reclinable, lo cual permite una excelente comodidad en las plazas traseras. Se rebaten en forma 60/40 y tienen un sistema de rápido acceso hacia las dos plazas de la tercera fila, reservadas para niños o pasajeros de dimensiones acotadas.
Se puede criticar de estas últimas el sistema de rebatimiento vertical que obligan a engancharlas con unas correas, de una manera que luce algo anacrónica como idea.
TOYOTA HILUX LA MÁS VENDIDA DEL MES
Más cuando entre sus competidores importadas existen varias que utilizan una solución mucho más evolucionada y quedan al ras del piso.
¿QUE MOTORIZACIÓN TIENE?
El motor es de una nueva generación, llamado “1GD”. Tiene 2.8 litros de capacidad en 4 cilindros en línea. Usa turbocompresor de geometría variable, Intercooler e inyección directa electrónica con Common Rail. Entrega 177 CV de potencia a las 3.400 vueltas, y un torque máximo de 450 Nm.
Se combina con una transmisión manual de 6 marchas (también disponible en versión automática) con función inteligente “iMT” que permite suavizar el momento en que engranan las marchas, en caso de manejos demasiados bruscos. Además, a través de dos botones ubicados junto a la caja de cambios, se puede seleccionar modos de conducción “ECO” (para menor consumo) y “POWER” que modifica la alimentación electrónica para respuestas más rápidas.
Este quizás sea uno de los mejores gadgets de la nueva SW4: en este modo, la potencia realmente parece multiplicarse por tres. La aceleración se vuelve rabiosa y hace que el conductor olvide que está al mando de una mole de más de 2 toneladas, 4,79 metros de largo y 1,83 m. de alto.
Si se trata de manejar en terrenos “Off Road”, el pack 4×4 cuenta con selector electrónico de tracción, más una posición “LOW” que bloquea el diferencial trasero, funcionando en conjunto con los sistemas de asistente de ascenso (HAC) y descenso (DAC) en pendientes más el control de tracción activo (A-TRC).
¿Seguridad?
En el capítulo de seguridad no hay nada que se le pueda reprochar. Esta única versión SRX lleva ABS con distribución electrónica del frenado (EBD), asistente de frenado de emergencia y luces (EBS). Además de los dos airbags delanteros, cuenta con dos laterales y dos de cortina más uno de rodilla para el conductor. Tiene control de estabilidad (ESP), control de tracción, control de balanceo de remolque y anclajes Isofix.
MIRÁ LA NOTA SOBRESALIENTE EN SEGURIDAD DE LA SW4
¿Comportamiento?
El gran trabajo de ingeniería que hizo Toyota para este nuevo producto se nota dentro del habitáculo: la rumorosidad del motor gasolero queda prácticamente aislada por completo en casi todas las condiciones de manejo. Apenas se puede percibir una cierta vibración cuando se circula a baja velocidad, en segunda o tercera marcha, o con la tracción 4×4.
En ruta, con tracción simple y a velocidad crucero en sexta marcha, da la sensación de ir arriba de una nube. A pesar de que el cuentavueltas se mantiene cómodo por debajo de las 2.000 rpm, el consumo no es el más económico, rondando los 11 litros cada 100 km en ruta. Aunque tiene a su favor que en manejo urbano sucede lo contrario: es bastante parecido al consumo de un auto chico, con alrededor de 13 litros para esa misma distancia. O aún menos si se utiliza el “modo ECO”.
Ingresando el precio por litro del combustible cada vez que se carga el tanque, permite a la computadora calcular el valor del consumo en pesos. En la práctica no pude comprobar fehacientemente su funcionamiento, ya que siempre parecía mostrar un gasto menor, pero es un buen modo de intentar conducir más ‘ecológicamente’.
¿Conclusión?
La nueva SW4 dio muestras de una enorme evolución en cuanto a diseño y motorización. Su presencia es imponente y si bien se ubica en un nivel de precio bastante alto, no está desfasado en relación a lo que ofrecen las pick ups más equipadas.
Más allá de cuestiones puntuales del equipamiento (anoto acá, sobre todo, el equipo multimedia) la SW4 quizás sólo encuentre detractores entre quienes comparan sus características por nivel de precio con competidores importados que suman argumentos con detalles pequeños que aportan más confort.
Si bien es indudable que es un producto confiable y robusto, con un diseño muy atractivo y un andar realmente confortable, las dudas pueden aparecer únicamente en el precio a desembolsar por ella: a agosto de 2016 la SW4 SRX con caja manual y 7 Asientos cuesta $ 918.800; mientras que la misma versión, pero con caja Automática cuesta $ 970.200. La garantía es de tres años o 100 mil kilómetros.
MIRÁ TODOS LOS TEST DRIVE DE CUYOMOTOR
Test drive: Carlos Sueldo
Especial para Cuyomotor
@charlysuelto