Invitados por Pueyrredón Motos, Cuyomotor fue protagonista del lanzamiento de la esperada KTM Duke 200 para una de las provincias más fanáticas de los motores en dos ruedas.
Se trata ni más ni menos que de la primera apuesta urbana de la marca, la cual se caracteriza por una potente propulsión, un chasis ultraligero con componentes de alta calidad y su nuevo motor de inyección monocilíndrico (200cc) de cuatro tiempos, su cambio de seis velocidades y su bajo consumo de combustible.
Llegamos sobre el final de la tarde al predio de pruebas armado en la playa de estacionamiento del HiperLibertad, en Godoy Cruz, y de lejos tuvimos la primera impresión de la Duke 200. Nos esperaba lista, casi ansiosa por salir, lookeada con el clásico color naranja fuerte tan representativo de la marca.
A simple vista, la nueva moto de la marca austríaca parece más grande de lo que es y cada detalle habla de alta tecnología y velocidad. Estéticamente esta muy bien lograda, y deja más de una boca abierta. Otro punto a tener en cuenta para los que se preocupan por valores de reventa y continuidad de modelos, es que este es el primer modelo de KTM armado en Argentina.
Justamente ese fue uno de los temas que Cuyomotor conversó con Juan Gómez (Pueyrredón Motos) y con Claudio San Román, gerente de Marketing y Ventas del Grupo Simpa, quien nos adelantó todos los modelos que la marca producirá en la Argentina. Pero los detalles los dejamos para una entrevista exclusiva que publicaremos en los próximos días.
PRIMER CONTACTO
Previo paso por el stand de Pueyrredón para armarnos de un buen casco (nunca salga ni a la esquina sin uno de estos) nos acercamos a la llamativa monocilíndrica y nos tomamos unos minutos para estudiar la máquina. Un tablero pequeño, enteramente digital y rodeado de algunas luces testigo, parpadea y nos da información apenas giramos la llave de contacto.
Tarda unos segundos en despertarse y luego nos muestra numerosas indicaciones, como cantidad de combustible en deposito y, detalle simpático, cuántos kilómetros nos quedan antes de la próxima recarga. Al principio cuesta un poco descifrar los indicadores, ya que no se asemejan a ninguna otra moto, pero una vez decodificados muestran mucha información con apenas un par de segundos de vista.
La postura de manejo es bastante “racing”: los pies quedan apoyados a la misma altura de las caderas y el peso de cuerpo recae en parte sobre el manubrio.
Tocamos el botón de encendido y el monocilíndrico de 4 válvulas, inyección electrónica y 26 CV a 10 mil Rpm se despierta de inmediato. Regulando suena algo grave y ordenado, sin vibraciones. Una vuelta al acelerador cambia ese sonido por otro más agudo, agresivo y llegando a las 9000 rpm, muy similar al sonido de una enduro de competición. Es altamente tentador.
SALIMOS A LA PISTA
Un alto primero para probar el tacto de los frenos, nos devuelve una sensación muy segura. La Duke 200 se carga frenos diseñados por KTM y Brembo, con disco de 280 mm adelante, con mordazas de 4 pistones, y disco de 230 mm atrás. Otro minuto previo para tantear el recorrido de la caja de cambios de 6 marchas, y a rodar.
La primera palabra que se nos viene a la mente con la Duke 200 es DIVERSIÓN. Así, en mayúsculas. El alto par del monocilíndrico lo hace acelerar como un bi de más cilindrada. La potencia está disponible en todos los regímenes y de manera casi explosiva, combinada con la caja de 6 marchas que están muy bien relacionadas.
Las vibraciones prácticamente no existen. El chasis multitubular de la moto es muy estable y las ruedas de 17 pulgadas, equipadas con cubiertas 110/70 adelante y 150/70, se adhieren fuerte al asfalto. La moto dobla como una auténtica “racer” y hace exactamente lo que se nos ocurre gracias en buena parte a las suspensión delantera WP de 43mm invertida y el monoshok trasero. No pudimos probar la velocidad final por falta de espacio en la pista, pero según algunas experiencias de foristas y dueños, supera por poco los 140 km/h. Eso si, acelera mucho.
BALANCE
Para resumir la experiencia, la Duke 200 es la moto perfecta para la ciudad. Liviana, ágil, rápida, con un consumo cercano a los 3 litros cada 100 km, y excelente maniobrabilidad. No es para nada recomendable hacerla pisar la tierra y en ciertas situaciones de frenado extremo se extraña la presencia de un sistema ABS, que probablemente sea opcional en futuras ediciones. No nos imaginamos a alguien emprendiendo un largo viaje a bordo de esta moto, pero para el diario ir y venir citadino con cierto sabor sport, la Duke 200 no tiene rival. Algunos de los accesorios de fábrica quizá podrían mejorarse, como los puños un poco ásperos o el portapatente de plástico, pero la buena noticia es que según nos explicaron en el concesionario, pronto estará disponible toda una serie de accesorios originales para personalizarla.
Una rápida pasada por sitios de Internet nos muestran que del otro lado del gran charco las opciones disponibles para personalizarla son muy numerosas e incluso la firma Akrapovic tiene un escape especialmente diseñado para esta máquina. El precio es acorde a la clase de vehículo que estamos manejando, ya que se trata de una moto de baja cilindrada pero de alta gama. Cerca de $56.000 más alguno que otro gasto, es el precio de lanzamiento en Mendoza de la Duke, y si la suerte la favorece dejándola fuera del impuesto del 2014, será una insuperable opción para aquellos que quieran una moto de uso urbano con altas prestaciones y ADN de campeona.
TEST DRIVE: B.S.
Especial para CUYOMOTOR