General Motors se encuentra liderando una investigación sobre el potencial del uso de un nuevo dummy en la industria automotriz a nivel global, que posibilitaría a los fabricantes de automóviles y a los especialistas en seguridad, obtener una mejor comprensión de cómo se lesionan las víctimas de accidentes automovilísticos en los impactos traseros.
El dummy, llamado BioRID, fue diseñado por la Universidad Chalmers de Gothenburg, Suecia, para la evaluación de los sistemas de retención y posee una columna dotada de 24 simuladores de vértebras que permiten sentarlo con naturalidad y mostrar el movimiento del cuello humano.
Barbara Bunn, ingeniera especializada en pruebas de impacto de GM, desarrolló y llevó a cabo una serie de pruebas para evaluar la capacidad de diferentes BioRIDs con el fin de generar mediciones precisas siendo sometidos a pruebas idénticas.
En dichos test, los dummies fueron sometidos a una simulación de impacto trasero a baja velocidad en asientos casi idénticos y se tomaron las mediciones de fuerzas de choque en zonas tales como la parte superior e inferior del cuello. El equipo comparó sus mediciones con los datos obtenidos en pruebas similares llevadas a cabo por otros laboratorios de plantas automotrices de Europa y puso a disposición esos hallazgos para que sean considerados por entes reguladores de todo el mundo.
BioRID es uno de los muchos dispositivos de pruebas antropomórficos, o ATD (por sus siglas en inglés), el nombre formal de los dummies de pruebas de impacto. Normalmente, General Motors realiza pruebas con una variedad de dispositivos ATD que representan a hombres, mujeres y niños de diferentes tamaños; cuentan con sofisticados sensores que registran los datos y que poseen una capacidad para generar informes de estado 10.000 veces por segundo.