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Ford Motor Company presentó en sociedad a RUTH, un robot encargado de medir, por ejemplo, la calidad de los tapizados y de las perillas de los autos tal como sentiría una persona.
El sentido del tacto y el entendimiento intuitivo de la calidad son características humanas innatas. Para los ingenieros de la marca, la sensación que se produce al tocar los componentes del auto genera en los usuarios la idea de que éste es especial. Por eso RUTH (Unidad Robotizada para las Sensaciones Táctiles) es el encargado de cuantificar las características del vehículo, en cuanto a su dureza, temperatura, suavidad y comodidad.
CÓMO FUNCIONA. Sobre su estructura, consta de un brazo gigante con seis articulaciones y está programado para girar las perillas, apretar los botones e interactuar con muchas de las zonas del interior del vehículo, de la misma manera que lo haría una persona. De esta manera Ford obtiene datos cuantitativos de las sensaciones que experimentan los usuarios al conducir un vehículo de alta gama.
CÓMO ENTENDERLO. Eileen Franko, Supervisor de Manufactura de Ford, asegura que “gracias a los datos proporcionados por RUTH, podemos estar seguros de cómo se sentirá un cliente que compra un coche de alta gama». Anteriormente la calidad Ford fue medida a través de numerosos estudios alrededor del mundo, donde los consumidores testearon varias partes de los vehículos, documentando sus preferencias.
«El cliente espera contexturas suaves y partes sólidas y resistentes, terminaciones prolijas y vehículos bien diseñados. Traducimos los comentarios de los clientes en matrices de ingeniería para llegar más lejos en el diseño y alcanzar un nivel superior», dice Franko. «RUTH simula las habilidades motoras de una persona, lo que nos permite obtener medidas precisas que explican lo que el cliente quiere. Los ingenieros pueden tomar las conclusiones y aplicarlas».
Durante años, la calidad Ford fue medida a través de numerosos estudios alrededor del mundo, donde los consumidores testearon varias partes de los vehículos, documentando sus preferencias. Ruth convierte esos datos en información concreta que describen la calidad.
LOS CREADORES. «El cliente espera contexturas suaves y partes sólidas y resistentes, terminaciones prolijas y vehículos bien diseñados. Traducimos los comentarios de los clientes en matrices de ingeniería para llegar más lejos en el diseño y alcanzar un nivel superior», detalla Franko. «RUTH simula las habilidades motoras de una persona, lo que nos permite obtener medidas precisas que explican lo que el cliente quiere. Los ingenieros pueden tomar las conclusiones y aplicarlas».
Por su parte Luke Robinson, técnico de Ruth, dijo que «gracias a todos los años que hemos invertido en investigar los gustos de nuestros clientes, ahora con Ruth podemos medir exactamente cómo se siente la calidad, qué es lo que la mayoría de nuestros clientes quiere y tener así un punto de partida”.