El Ford Falcon es uno de los clásicos argentinos más añorados en nuestro país por haberse convertido, no solo en un auto rendidor o duradero a través de su vida, sino también en un producto de status para más de una generación. Si bien su concepto original no estaba muy relacionado a la deportividad, su éxito en el Turismo Carretera (TC) lo llevó a tener una impronta deportiva, a pesar de su formato sedán. Por ese motivo el Falcon Sprint es la versión más buscada y costosa dentro del modelo que estuvo en producción durante 30 años.
El Sprint surgió cuando Ford desarrolló el motor SP para colocar, inicialmente, como opcional en la versión Futura, la más equipada del momento. Lanzado con la línea 1973, el motor SP desarrollaba 166 HP SAE de potencia, provisto por un carburador de dos bocas, y mejorados árbol de levas, múltiples de escape y admisión y exclusivo diseño de tapa de cilindros y pistones.
El motor SP, que era una evolución de un motor desarrollado en Australia, fue rápidamente conocido por su elasticidad, debido al mejor torque y potencia a bajas vueltas que sus rivales. Eso hizo que el Falcon ganara una reputación que no era una característica previa: su aceleración.
EL SECRETO DEL SPRINT
El Falcon SP aceleraba más rápido que un Torino, una Dodge GTX V8 o una coupe Chevy Serie 2, motivo por el que su impronta de auto familiar cambió drásticamente. Sin embargo su diseño pasaba inadvertido, claramente hasta la presentación del Falcon Sprint, a mediados de 1973.
El primer Sprint estaba disponible en colores llamativos, como el característico y exclusivo naranja zonda. También se ofrecía en azul, rojo, verde metalizado, gris o crema, en todos los casos combinado con franjas laterales negras (o blancas dependiendo de la configuración), conocidas internamente como «pipas». A su vez las franjas de capot, los espejos exteriores ubicados sobre ambos guardabarros delanteros, la antena de techo o las llantas trébol culminaban por darle su personalidad deportiva.
Los Falcon Sprint de 1973 a 1974 son los más costosos y buscados, debido a las pocas unidades producidas. En estado original, cosa que es muy difícil encontrarlos, pueden llegar a costar entre 13 y 22 mil dólares. En 1975 Ford optó por dejar de ofrecer los Sprint con las franjas laterales y del capot, dejando el resto de los detalles, pero quitándole personalidad. Estos ejemplares, hasta 1977, tienen un costo inferior, entre 10 y 18 mil dólares, aunque es cierto decir que muchas de las unidades fueron «bautizadas» con las características franjas de los Sprint previos.
SPRINT: EL FALCON MAS BUSCADO
En 1978 Ford actualizó la línea del Falcon, y el Sprint pasó a contar con una nueva serie. Al nuevo diseño exterior, se le incorporó un nuevo tratado exterior. La parte baja de la carrocería y el techo pasó a ser de color gris oscuro, mientras que la carrocería podía ser en tono rojo, crema, gris plata, o el muy poco visto color dorado. Asimismo el tapizado se caracterizaba por la parte central en tela con tiras longitudinales, pudiendo combinarse con cuerina negra o beige.
Este Sprint de segunda serie fue algo más popular, y logró perdurar de una mejor manera a través del tiempo. Su costo actual, hablando siempre de unidades en muy buen estado, puede variar entre 10 mil y 15 mil dólares. Se produjo hasta 1981, momento en el que la marca optó por discontinuar la clásica denominación deportiva del Falcon. El motor SP, sin embargo, continuó como opcional hasta 1985 en la versión Ghia SP.