Luego de un parate obligado por la presencia y persistencia de la pandemia, el famoso Cruce a Chile en Moto regresó a las rutas. La emblemática acción de Fundavita y BMW Motorrad Genco que une la pasión por las motos y la solidaridad, volvió con todo.
El pasado 2 de diciembre, en las instalaciones de BMW Genco, tuvo lugar el primer día de la edición 2022 del Cruce a Chile en Moto. La espera obligada terminó, permitiendo que los amantes de las motos pudieran volver a reunirse una vez más para hacer lo que más les gusta, al tiempo que suman kilómetros por la vida.
La mañana del viernes no fue tranquila, ya que el rugido de las motos dejó en claro que el Cruce a Chile en Moto se preparaba para rodar una vez más. El detalle es que los rugidos de los motores fueron variados, ya que esta nueva edición hizo extensiva la invitación a riders de diferentes marcas y cilindradas.

Así fue como el estacionamiento de BMW Motorrad Genco, además de las infaltables motos emblemáticas de la marca, vio la reunión de marcas como Ducati, Honda, Kawasaki, Triumph, Husqvarna, KTM, Royal Enfield, Aprilia, Moto Guzzi, Vogue y Benelli.
Más de 110 riders se inscribieron para el Cruce a Chile en Moto. Una vez que todos ya tenían su hoja de inscripción, los organizadores del evento brindaron los detalles esenciales para las primeras partes del tramo y marcar el check point para congregarse antes de cruzar al vecino al país.
Marino Cabutti, gerente de BMW Motorrad Genco y uno de los organizadores del evento, expresó a Cuyomotor el gran entusiasmo que había entre todos los presentes, ya que además de regresar a la ruta, todos iban a colaborar con el gran trabajo que hace Fundavita en Mendoza. “El Cruce a Chile en Moto estuvo parado por la pandemia, pero estamos de vuelta, listos para disfrutar y ayudar”, agregó Cabutti.
El recorrido, de unos 395 kilómetros aproximados, desde Mendoza hasta Chile contó con paradas técnicas en el medio y también actividades sorpresa para que la experiencia de quienes salen a rodar sea inolvidable. La misma tarde del viernes, los raiders y sus motores hicieron vibrar el Hotel de Reñaca, lugar donde pararon hasta su regreso a la provincia.