La apertura de un museo garaje en El Refugio, la finca que Luis Francisco «Pancho» Dotto (67) posee en Entre Ríos, se convirtió en la excelente excusa para un fin de semana prolongado, con música, paseos a caballo, competencias de cartas y visitas culturales por la región, asado y, por supuesto, un centenar de amigos. «Armar este museo era una asignatura pendiente«, menciona el antiguo representante que, desde hace años, reside en esa provincia mesopotámica de la cual es nativo.
“No bien volví de Punta del Este, donde estuve cerca de tres meses y medio arreglando mi departamento, decidí tirar abajo una pared y transformar una vieja pulpería y un taller con fosa en un museo para mis autos”, comentó a los medios de comunicación. “Me gustan todos los autos. Tengo libros que hablan de la historia de cada uno de ellos, desde Ford hasta Ferrari, pasando por Porsche”, desarrolló con total detalle.
Entre las joyas automovilísticas que pudieron disfrutarse en el gran evento organizado por el destacado referente de la moda, se vieron: una voiture 33 Chevrolet y un doble Phaeton de 1929, también de Chevrolet hasta un Rollys Royce Corniche de 1989, una camioneta estanciera de 1962 de tres puertas y un Jeep Land Rover de 1980.
Las joyas del museo garage de Pancho Dotto
En 1929, Chevrolet introduce su icónico motor de seis cilindros en configuración en línea y se consolida a lo largo de los años treinta como el pionero fabricante de vehículos en los Estados Unidos.
La combinación de automóvil familiar y deportivo estableció el estándar de lo que debía ser el vehículo y coronó al 220SE Coupé como el referente de la sofisticación. Para Mercedes-Benz, este modelo se convirtió en el emblema contemporáneo de un coupé espacioso, imponente y potente.
Desde el punto de vista estético, la nueva serie representa el comienzo de un desafío para la marca en términos de su apariencia, con líneas elegantes y una configuración del chasis innovadora. El Mercedes 230 SL se convirtió en el primer automóvil deportivo del mundo en contar con una «estructura de seguridad con cabina indeformable y áreas de deformación controlada tanto en la parte delantera como en la trasera». (pagoda 69)
La apertura de un museo garaje en El Refugio, la finca que Luis Francisco «Pancho» Dotto (67) posee en Entre Ríos, se convirtió en la excelente excusa para un fin de semana prolongado, con música, paseos a caballo, competencias de cartas y visitas culturales por la región, asado y, por supuesto, un centenar de amigos. «Armar este museo era una asignatura pendiente«, menciona el antiguo representante que, desde hace años, reside en esa provincia mesopotámica de la cual es nativo.
“No bien volví de Punta del Este, donde estuve cerca de tres meses y medio arreglando mi departamento, decidí tirar abajo una pared y transformar una vieja pulpería y un taller con fosa en un museo para mis autos”, comentó a los medios de comunicación. “Me gustan todos los autos. Tengo libros que hablan de la historia de cada uno de ellos, desde Ford hasta Ferrari, pasando por Porsche”, desarrolló con total detalle.
Entre las joyas automovilísticas que pudieron disfrutarse en el gran evento organizado por el destacado referente de la moda, se vieron: una voiture 33 Chevrolet y un doble Phaeton de 1929, también de Chevrolet hasta un Rollys Royce Corniche de 1989, una camioneta estanciera de 1962 de tres puertas y un Jeep Land Rover de 1980.
Las joyas del museo garage de Pancho Dotto
En 1929, Chevrolet introduce su icónico motor de seis cilindros en configuración en línea y se consolida a lo largo de los años treinta como el pionero fabricante de vehículos en los Estados Unidos.
La combinación de automóvil familiar y deportivo estableció el estándar de lo que debía ser el vehículo y coronó al 220SE Coupé como el referente de la sofisticación. Para Mercedes-Benz, este modelo se convirtió en el emblema contemporáneo de un coupé espacioso, imponente y potente.
Desde el punto de vista estético, la nueva serie representa el comienzo de un desafío para la marca en términos de su apariencia, con líneas elegantes y una configuración del chasis innovadora. El Mercedes 230 SL se convirtió en el primer automóvil deportivo del mundo en contar con una «estructura de seguridad con cabina indeformable y áreas de deformación controlada tanto en la parte delantera como en la trasera». (pagoda 69)