El exclusivo Bugatti Chiron, que alguna vez perteneció al cantante puertorriqueño Bad Bunny, ahora forma parte de la prestigiosa colección del empresario y coleccionista argentino Oscar Fernández. Este hiperdeportivo, conocido por ser una obra maestra de la ingeniería y el diseño automotriz, ha sido trasladado a Uruguay, donde ya comenzó a robar miradas.
El Bugatti Chiron: una obra de arte sobre ruedas
Lanzado en 2016, el Bugatti Chiron fue diseñado para suceder al icónico Veyron, un modelo que ya había elevado los estándares de los autos de lujo. Con un motor W16 de 8.0 litros y cuatro turbocompresores, el Chiron es capaz de entregar una potencia impresionante de 1.500 caballos y alcanzar velocidades superiores a los 400 km/h.
Desde su lanzamiento, Bugatti limitó la producción del Chiron a solo 500 unidades, convirtiéndolo en un vehículo altamente codiciado por coleccionistas de todo el mundo.
El Chiron de Bad Bunny, un auto con historia
Este particular Chiron se destacó por ser parte de la colección del cantante Bad Bunny, quien lo utilizó en videoclips y eventos exclusivos. El auto, con su característico diseño y acabado único, ya tenía una historia que lo hacía especial antes de pasar a manos de Oscar Fernández.
El empresario argentino compartió su alegría por esta adquisición a través de sus redes sociales, donde expresó: «Un año más que se va y Papá Noel sigue sin fallarme 😂😂 Más allá de eso, este fue un año de muchos cambios, los cuales tuve que afrontar con mente fuerte y positiva. Como me dijo una gran amiga, ‘hay que vivir, no sobrevivir’.»
Estas palabras reflejan no solo el entusiasmo por la llegada del Bugatti, sino también un agradecimiento profundo hacia su padre y las lecciones de vida que lo han llevado a su posición actual.
Oscar Fernández y su pasión por los autos de lujo
El nuevo dueño del Chiron es conocido en el mundo de los coleccionistas por su impresionante selección de autos de alta gama. El Bugatti ahora se suma a su colección, que incluye otros modelos exclusivos de marcas como Ferrari, Lamborghini y McLaren.
En otro pasaje emotivo de su publicación, Fernández añadió: «Gracias a la vida y gracias a mi padre, que me ha educado y enseñado los valores de la vida. Hoy puedo estar seguro de que, pase lo que pase, saldré adelante con su enseñanza.»