El motor de un auto moderno es el resultado de años de desarrollo. Desde que los primeros bocetos salen de la mesa de diseño hasta que un modelo entra en producción, los ingenieros estudian cada detalle: rendimiento, eficiencia, emisiones y, por supuesto, el tipo de combustible que usará. Por eso, cuando surge la pregunta de si es posible mezclar nafta premium y súper, la respuesta debe ser analizada con cuidado.
Cómo influye el octanaje en el rendimiento del motor
La clave para entender por qué no conviene mezclar naftas está en el índice de octano, un valor que indica la resistencia del combustible a la detonación espontánea. Dicho de otro modo: el octanaje mide qué tan bien soporta el combustible la presión y el calor dentro de la cámara de combustión antes de explotar por sí solo, sin intervención de la chispa de la bujía.
Un motor diseñado para trabajar con nafta de bajo octanaje (como la súper) funcionará sin problemas si se respeta ese parámetro. Pero si se trata de un motor de alto rendimiento, como los que exigen premium, cargarle combustible inadecuado puede provocar detonaciones anormales o “golpeteo”, que a la larga deterioran componentes clave como pistones y válvulas.
¿Qué pasa si mezclo las dos naftas?
En Argentina, el surtidor ofrece básicamente dos tipos de nafta: la súper (de menor octanaje y precio más accesible) y la premium (con octanaje más alto y un costo superior). Muchos automovilistas, tentados por el ahorro, piensan que pueden mezclar ambos combustibles para “balancear” costo y calidad.
Si bien hacerlo de forma puntual —por ejemplo, en una emergencia— no suele producir daños inmediatos, los expertos señalan que convertirlo en una práctica habitual puede comprometer el desempeño del motor. Esto se debe a que los sistemas modernos están calibrados para operar de manera óptima con un octanaje específico: al mezclar combustibles, el valor final puede no coincidir con lo que requiere el diseño original.
¿Por qué los fabricantes insisten en usar el combustible recomendado?
Cada fabricante define el tipo de combustible ideal para sus vehículos después de extensas pruebas y análisis. Esa recomendación no es un capricho comercial, sino una guía para garantizar que el motor funcione correctamente, mantenga un consumo razonable, reduzca emisiones contaminantes y conserve su vida útil.
Mientras en Europa se utiliza principalmente el índice RON (Research Octane Number) para medir el octanaje, en Norteamérica se aplica el AKI (Anti-Knock Index), que combina pruebas de laboratorio y de campo. Estas diferencias regionales pueden llevar a confusiones, pero lo esencial es seguir siempre lo que dice el manual del auto, ya que allí se indica el equivalente local adecuado.
¿Qué hacen la mayoría de los autos en Argentina?
La gran mayoría de los vehículos que circulan por el país funcionan perfectamente con nafta súper. Solo modelos específicos, especialmente deportivos, de lujo o de alta compresión, exigen premium para rendir al máximo. Si tu vehículo cae en esta última categoría, no te conviene ahorrar mezclando combustibles, porque el costo de una reparación por daños internos supera ampliamente la diferencia de precio por litro.
Si querés cuidar el motor de tu auto y evitar dolores de cabeza, la respuesta es clara: usá siempre el combustible que recomienda el fabricante y no combines nafta súper con premium de manera habitual.