La modificación al impuesto a los bienes suntuarios que estableció el gobierno de Alberto Fernández mediante una ley próxima a aprobarse tendrán un efecto negativo en la venta de autos. De acuerdo a la palabra de Ricardo Salomé, Presidente de Acara, los autos alcanzados serán aquellos que tengan un valor de venta al público, al día de hoy, superior a $ 1.830.000.
A estos los alcanzará la primera escala de impuestos, efectiva del 25%. Sin embargo los que en la actualidad tengan un costo superior a los 3.3 millones de pesos, estarán alcanzados por un gravamen superior, del 54% efectivo, tras impuestos.
¿A QUÉ AUTOS NO ALCANZA EL IMPUESTO?
Cabe mencionar que, como siempre sucedió, tanto las camionetas como todos aquellos vehículos comerciales quedan exentos del tributo, por estar considerados como herramientas de trabajo. Desde una Toyota Hilux, o hasta una Ford F-150, no tributarán el impuesto en ningún caso.
Tampoco entran en el impuesto aquellos vehículos que hoy están al público por debajo de los $1.820.097, es decir casi un 57% de los modelos que se ofrecen en el mercado y que por supuesto incluye los de entrada de gama y hasta un escalón más.
Por ejemplo no tributan impuestos: los Toyota Etios, Ford Ka, Chevrolet Onix, Fiat Mobi, Argo y Cronos, Renault Stepway y Duster, Peugeot 208, 2008, ninguno de los Citroën C4 Cactus, Volkswagen Up!, Gol, Polo, entre muchísimos otros.
Los que sí estarían afectados
Si lo harán los automóviles, SUVs, crossovers, deportivos, todo terreno. El caso más resonante es el del Toyota Corolla. Recientemente lanzado en el país (ver nota), solo se ofrece en versiones full SEG, tanto híbrida como a nafta. En ambos casos quedaría alcanzado por el impuesto, hasta que lleguen las configuraciones de inicio de gama.
Según un cuadro estadístico elaborado por ACARA y resumiendo algunos números, hoy el valor de un vehículo de este rango de precios que empezaría a ser alcanzado por este tributo, queda de la siguiente manera: 1.820.097 es el precio a público actual (sin el impuesto interno). Y con el impuesto que empezaría a regir en 2020 este modelo “X” aumentaría $325.00, llevándolo al consumidor a $2.154.071 (ver nota completa).
Otro modelo de fuerte repercusión es el Chevrolet Cruze de producción nacional, que en la versión Premier, cuenta con un precio superior a 1.9 millones (salvo con bonificaciones, pero hay que ver cómo es considerado) de pesos. No sucede lo mismo con modelos de PSA ya que el Peugeot 408 tiene un valor máximo de 1.6 millones de pesos.
LOS AUTOS CERCA DEL TRIBUTO
Por su parte algunos SUVs compactos, en sus versiones más completas, quedarían al límite de comenzar a tributar. Por ejemplo la Ford Ecosport en sus versiones Titanium 2.0 o Storm (entre 1.0 y 2 millones de pesos) o la Chevrolet Tracker Premier AWD que tiene un valor de 1.880.000 pesos, que la depositan algo por encima del límite. El Jeep Renegade en su variante Longitude, a la venta por 1.7 millones de pesos, queda también cerca del límite, mientras que la versión Trailhawk (con motor Diésel) ya tributaría el gravamen: se vende a dos millones de pesos.
Los que no se salvan son los SUVs de mayor tamaño. Entre ellos el Jeep Compass, que quedaría alcanzado en todas las versiones, de acuerdo a los precios de diciembre de 2019. El caso de este modelo es curioso, ya que se posicionaría como el auto mejor ubicado dentro del ranking de ventas en tributar el impuesto. En noviembre fue el vigésimo modelo más vendido del mercado, exceptuando comerciales, con 287 unidades. También ingresará otro producto nacional, la Toyota SW4.
Sin embargo el mayor golpe estará en los modelos de marcas premium: por ejemplo el recientemente lanzado BMW Serie 1 (ver lanzamiento) cuesta , al día de hoy, 2.5 milones de pesos. Por su parte los modelos próximos a los 50 mil dólares, ya quedarán cercanos a tributar la segunda escala del impuesto, entre ellos, prácticamente todos los crossovers o SUVs de las marcas más elitistas del mercado.