Hace precisamente 30 años el Ford Falcon dejaba de ser producido en Argentina, tras casi medio millón de unidades que salieron de la planta de General Pacheco. Su producción en el país se había iniciado en 1962, en primera instancia con ejemplares que llegaron prácticamente importados desde Estados Unidos, a los que en Argentina se les agregaba elementos puntuales, como neumáticos, batería o tapizados.
Sin embargo a mediados de 1963 comenzó la fabricación local del sedán del óvalo, que poco a poco fue ganando participación de mercado, gracias en parte a una fama de durabilidad y mejoras constantes, que lo convirtieron en un clásico de la marca.
Con el paso del tiempo aparecieron diversas mejoras o cambios en la gama del Falcon. Por ejemplo en 1966 apareció la versión Futura, que incorporaba un toque deportivo, siendo el primero con butacas individuales. Para esa misma época la marca incorporó la silueta Rural, otorgando a la oferta más opciones para un público específico.
El Ford Falcon a través de los años
En 1970 incorporó opcionalmente una transmisión manual de cuatro marchas con comando al piso, mientras que posteriormente apareció el motor 221, de 3.6 litros. Sin embargo esa no había sido la primera mejora en el motor, ya que Ford acostumbró siempre a mejorar su producto, para generar también novedades en la gama, y por ende, potenciar los motivos de compra.
En 1973 apareció un nuevo diseño exterior, equipado con ópticas dobles de formato cuadrado en las versiones más equipadas, junto a un nuevo interior, más moderno y actualizado. También se presentó la versión Sprint, con motor de 166 CV, al mismo tiempo que hacía su aparición la Ranchero, la variante pick-up.
En 1978 nuevamente Ford volvía a renovarlo. Aquí se destacaba la incorporación de un nuevo panel frontal, junto a diversas mejoras en materia de equipamiento, tales como la dirección hidráulica, o el aire acondicionado.
Las últimas mejoras del Falcon
En 1982 el Falcon fue nuevamente renovado, con su último gran rediseño exterior, y una de las mejoras más importantes de su vida comercial. Para satisfacer las necesidades del público, que ya había accedido a las bondades de los autos importados, Ford equipó al Falcon con nuevas soluciones, ya sea en materia de confort y equipamiento, como cierre centralizado o insonorización, como así también mecánicas, con la adopción de una caja automática, como opcional.
Con el correr de la década la marca fue quitando equipamiento y versiones en la gama. En 1987, la llegada de Autolatina Argentina sentenció en parte la vida del Falcon, que se produjo hasta septiembre de 1991. La última unidad fue sorteada entre todos los empleados de la compañía y, según dicen, actualmente se encuentra muy bien conservada, aunque celosamente guardada. ¿Lo sabías?