Bugatti concluyó la producción de la primera ronda de unidades del auto más rápido del mundo, el Chiron Super Sport 300+. Los afortunados acreedores de este vehículo, se preparan para recibirlo.
Hace un par de años atrás la marca francesa dejó al mundo boquiabierto presentando el hypercar Bugatti Chiron, el cual rompió la marca con 490,4 km/h. A partir de este modelo los ingenieros de la firma dieron vida al Super Sport 300+, una serie especial de tan solo 30 unidades, de las cuales 8 ya dejaron la línea de producción.
Único en su especie
El Bugatti Chiron Super Sport 300+ se distingue visualmente del Chiron, debido a su cuerpo extendido y aerodinámicamente optimizado, que está diseñado para viajes a velocidades extremadamente altas más allá de 420 km/h. Las cortinas de aire instaladas en las esquinas delanteras del automóvil guían el exceso de presión que se desarrolla en las entradas de aire delanteras hacia los lados del hypercar. Al mismo tiempo, las salidas de aire en el paso de rueda y directamente detrás de las ruedas delanteras disipan el exceso de presión del paso de rueda, creando una ligera elevación negativa en la parte delantera para reducir la resistencia.
Las modificaciones también son muy destacadas en la parte trasera. La parte trasera más larga, la llamada Longtail, permite que el flujo laminar pase sobre el vehículo durante más tiempo para reducir así la pérdida aerodinámica en más del 40%. Gracias a una configuración de tubo de escape de escape modificada, el difusor en el centro de la parte trasera casi puede generar una cantidad suficiente de sustentación negativa por sí mismo, lo que significa que el alerón puede permanecer retraído en el modo de velocidad máxima. Como resultado, la resistencia en la parte trasera se ha mejorado aún más, ya que la elevación negativa generada por las alas y los spoilers contribuiría a la resistencia.
La carrocería está hecha de fibra de carbono negro azabache expuesta en el centro con rayas de carreras en Jet Orange. La cubierta negra del motor está hecha de carbono, al igual que el limpiaparabrisas. En la parte delantera se puede reconocer el modelo especial por el logotipo de Bugatti «Macaron» hecho de plata genuina y esmalte negro. Las ruedas de magnesio extremadamente ligeras están acabadas en «Nocturne», al igual que todas las piezas de acabado. Los pasajeros son recibidos con la inscripción «Super Sport 300 +» en iluminación LED en la apertura de la puerta.
El interior está dominado por carbono negro, cuero y Alcantara en Beluga Black, complementado con toques de color en Jet Orange. En los umbrales de las puertas de carbono, las letras exclusivas también irradian en este color, al igual que los reposacabezas, el soporte para las rodillas en la consola central y las finas costuras de doble costura. Por otro lado, todas las piezas de la moldura interior tienen un acabado anodizado negro, mientras que el espejo retrovisor y la línea central están pintados en Beluga Black.
Por último y no menos importante, está el motor W16 quad-turbo 8.0 con sus 1.600 CV de potencia. Un pequeño detalle es que la empresa instaló un limitador de velocidad en esta edición, por lo que su velocidad no superará 420 km/h.