Se trata de un fenómeno mundial, pero ya no quedan dudas que el motor Diesel está en despedida. En Europa la penetración de estas mecánicas, donde supieron reinar hace tan solo algunos años atrás, cae abruptamente, y en Argentina la oferta se ha simplificado al máximo en autos, aunque aún se luce en las camionetas medianas.
Se puede decir que los motores Diesel viven tiempos algo dispares en nuestro mercado, porque si bien en el segmento de automóviles su oferta se ha limitado drásticamente (sólo quedan dos autos con este tipo de mecánica en opción) las camionetas medianas se llevan gran parte del porcentaje de las ventas, con la Hilux liderando su segmento, y Amarok y Ranger en los primeros puestos del ranking.
Debido a esto, la participación de mecánicas Diesel en el total de las ventas de Argentina creció en la última década un 8%, contando en la actualidad con un 28% de las ventas totales. Conforme a eso, la provisión de gasoil de alta calidad ha ido mejorando en el interior del país, uno de los problemas temidos años atrás.
En el segmento de vehículos comerciales livianos los motores Diesel representan actualmente el 75% de las ventas, y ese porcentaje no es más elevado gracias al segmento de utilitarios liviamos, como Kangoo, Partner, Berlingo o Fiorino, que en su gran mayoría emplean motores a nafta.
Sin embargo en el segmento de automóviles los motores Diesel representan tan solo un 4% del mercado, que actualmente se ve afianzado por SUVs como el Peugeot 3008, Kia Sorento, o bien la Toyota SW4 o Chevrolet Trailblazer. En todos los casos son modelos de bajo nivel de ventas, y precios elevados.
Con la desaparición de los Peugeot 308 y 408, como así también el Citroen C4 Lounge y Jeep Renegade Multijet, la oferta de autos Diesel parece transitar un camino de ida hacia el ocaso. La gran pregunta que nos hacemos es qué sucederá en el largo plazo con las camionetas medianas, que en la actualidad son las grandes defensoras de estos impulsores.